AITOR PLAZA (@AitorPlaza1)
El Athletic vence en el Ciudad de Valencia frente al Levante y resiste así en puestos Champions ante la persecución del Sevilla. Dos goles de Aduriz dan los tres puntos a los leones, en un partido con dos partes muy distintas. San José, gafe en el día de hoy, fallaba un penalti en el primer tiempo y se marcaba en propia en el segundo.
Partido siempre especial cuando los equipos que se enfrentan es el de Joaquín Caparrós y el Athletic de Bilbao. El Levante, tras su última victoria, prácticamente afianzaba su permanencia, mientras que los leones, con el Sevilla en un estado de forma inmejorable, ven como su puesto de Champions empieza a peligrar.
El partido comenzaba de forma inesperada en el Ciudad de Valencia, tras un cabezazo de Xumetra, el equipo granota no se acercaba ni lo más mínimo al que ha sido a lo largo de esta temporada 2013/2014. Desenchufado, sin presión, sin energía, el Levante no parecía el equipo que acostumbra a ser. Sin embargo, el Athletic, consciente de su situación, salía a morder. Con su once habitual del medio centro para adelante, pero con muchos cambios en la defensa, Valverde daba el encargo a sus jugadores de cerrar el partido lo antes posible. Pronto se encontraban con un penalti a favor, pero San José daba continuidad a la tradición rojiblanca y lo fallaba. Pero dos minutos después, Aduriz chutaba un centro atrás desde la línea de fondo, y tras desviar Simao, se colaba en la portería de Keylor Navas. La pena máxima había sido señalada a Muniain, protagonista también de las siguientes jugadas de ataque, y es que el de la Txantrea, con la renovación todavía pendiente, le queda mucho por demostrar si quiere ser uno de los mejores pagados de la plantilla. Con un gran Athletic, el Levante buscaba el peligro a balón parado, pero ni por esas lo causaban. La mala noticia para los leones llegaba en forma de lesión. Mikel Rico, tras una entrada salvaje sin amonestar, de Víctor Casadesús, se tenía que retirar ya que el tobillo le impedía seguir. En su lugar entraba Erik Morán, mensaje duro para Beñat que también calentaba. Los de Valverde seguían manteniendo el buen nivel del comienzo, mientras que Caparrós se desgañitaba en la banda ante la pasividad de los suyos. De esa pasividad iba a ser culpa el segundo tanto. Herrera recogía un balón muerto en la banda izquierda, centraba y Aduriz, que había cogido la espalda a Juanfran, cabeceaba a placer. Con el 0-2 llegaba el descanso.
La charla, o más bien casi segura bronca, de Caparrós en el descanso surtía efecto en la segunda parte. El conjunto granota era otro, muy fuerte en la presión impedía a los rojiblancos tocar con comodidad y los encerraba en su campo, quitándoles lo que más les gusta, el balón. Pinto lo intentaba con dos disparos, pero no iba a ser hasta el minuto 65 que la diferencia en el marcador se redujera. Rubén García, muy enérgico en la segunda mitad, rompía en un desmarque por la izquierda y al ir a centrar el balón tocaba en San José que, para colmar su desgracia, se marcaba en propia. Había partido. El Athletic trataba de reaccionar, se perdían muchos balones en la medular por parte de los dos equipos, se llegaba poco a las áreas. El nerviosismo se hacía notar sobre todo en las filas bilbaínas ante la importancia de los tres puntos. Muniain en el 76 hacía intervenir, cual gato que es, a Keylor Navas, de forma que el puertorriqueño evitaba el 1-3. Poco después era Aduriz el que, en un despiste defensivo, a punto estaba de marcar, pero se precipitaba en su remate. El Adoua tenía su oportunidad cerca del final, tras trenzar el Levante una buena jugada, pero el jugador marroquí se equivocaba al chutar en lugar de centrar. Ya en el descuento de nuevo Aduriz estaba a punto de marcar un hat-trick pero Keylor entorpecía el remate con su mano.
Los tres puntos son importantísimos para un Athletic de Bilbao que con ellos vuelve a distanciarse a 6 puntos del Sevilla, que es su máximo perseguidor en estos momentos. El Levante con la permanencia asegurada, aunque no de forma matemática, no puede dejar que la falta de competitividad influya en sus partidos. Su segunda mitad ha sido lo que uno espera del conjunto granota, no como la primera.