Ya estamos de vuelta, de segunda vuelta para más señas, porque este fin de semana arrancó la segunda ronda de la competición. Y al Madrid le costó reemprender la marcheta de líder. Ganó en El Arcángel 1-2, pero siendo inferior a un extraordinario Córdoba y con Cristiano Ronaldo desquiciado y expulsado. La victoria madridista obligaba al Barcelona a no fallar a continuación en el Martínez Valero y no falló. Metió media docena, con sendos dobletes de unos Messi y Neymar en pleno estado de gestación goleadora, para seguir a un punto (aunque ya se sabe que con un partido más).
El Atlético de Madrid tampoco falló, se impuso 3-1 al Rayo y se afianza en la tercera posición, todavía a tiro de tres puntos del segundo puesto. La cuarta y última plaza que da acceso a la Champions League, es ahora para el Valencia después de la victoria de los de Nuno, también por 3-1, ante un Sevilla que pierde el paso y se descuelga de la lucha por meterse en la próxima edición de la Liga de Campeones.
La derrota en Mestalla relega al Sevilla a la quinta plaza, con 39 puntos, solo uno por encima de un conjunto tan regular como el Villarreal, que tras su triunfo del sábado contra el Levante por 1-0 acecha a los sevillistas y abre un hueco de 6 puntos respecto al Málaga, que es séptimo en la clasificación después de su empate a 1 en San Mamés.
Y en lo más bajo de la tabla volvemos a encontrar al Almería desbordado por el Espanyol, que le endosó un rotundo 3-0. También con 16 puntos pero un puesto por debajo por aquello del goal average, vemos al Levante, sumido en una crisis de juego y resultados que le ha hecho caer a las catacumbas de la penúltima posición. El colista sigue siendo el Granada, aunque gracias al puntito sumado en Riazor tras empatar a 2 goles se pone con 15, a solo dos de la salvación.
Balón de Oro con pata de palo
Se empeña Cristiano Ronaldo en protagonizar esta sección y una semana más aquí lo tenemos Está hecho un buen pirata el portugués, que ante el Córdoba sacó su pata de palo a pasear y le propinó una injustificable patada a Edimar que le costó la roja directa. Lejos de arrepentirse por semejante coz, en plena refriega con los incrédulos blanquiverdes, soltó un remazo de medio lado que casi le saca un ojo al bueno de Crespo, con el que antes las había tenido tiesas. Y para culminar el despropósito, Cristiano se marchó al vestuario sacándole brillo al parche de campeón del mundo que luce circunstancialmente en su casaca, como si los niños guapos y ricos que ganan mucho tuvieran patente de corso a la hora de faltarle al respeto al personal. No estaría de más que Florentino Pérez, en nombre de esa institución que suele presumir de señorío y de dar la mano a las duras y as maduras, le diese un toque de atención al de Madeira. No es suficiente con una disculpa hueca y amorfa por Twitter. Ya se sabe que donde manda community manager, no manda futbolista. Paradojas de este negociado. De momento cabe esperar que le caigan al menos dos partidos y se pase un par de jornadas en el rincón de pensar, básicamente para que el flamante Balón de Oro no vuelva a lucir su pata de palo.
El derbi de Wilfred
No fue el derbi de Torres, tampoco el de Trashorras, ni siquiera el de Griezmann. Fue el derbi de Wilfred Agbonavbare, aquel portero nigeriano que defendió la portería rayista entre 1990 y 1995. Sin necesidad de jugar ni de hacer el saque de honor, Wilfred protagonizó el partido del sábado por razones ajenas a su voluntad. Se encuentra ingresado en un hospital de Alcalá de Henares por esa maldita enfermedad llamada cáncer, razón de más para que los futbolistas de Atlético de Madrid y Rayo Vallecano se juntaran como un solo hombre para animarle.
#FuerzaWilfred era el mensaje principal de la pancarta portada por atléticos y rayistas sobre el césped del Vicente Calderón antes de que el balón echara a rodar. Todos los ánimos que lleguen serán pocos, pero al menos servirán para comprobar que Wilfred no está solo y que el fútbol español no se olvida de él y de su familia. Todos les desean mejor en el partido más difícil de sus vidas. Pero como el movimiento se demuestra andando y la solidaridad se ejerce arrimando el hombro, el Rayo está tratando de que los tres hijos de Wilfred, que viven en Nigeria, consigan el visado y puedan volar a España para ver por última vez a su padre.
Doña Carmen, la vecina de Vallecas que fue desahuciada de su casa el pasado mes de noviembre, abrió el camino donando la mitad de la recaudación de la fila 0 creada por la Fundación del Rayo y auspiciada por Paco Jémez. Se conformó con la mitad y la otra mitad se la quiso destinar a Wilfred y los suyos para que salgan hacia adelante. Antes la ayudaron a ella y ahora es ella la que ayuda a los demás. La solidaridad verdadera se retroalimenta.
V de Valencia, V de Vendetta
Desde los infantes previos al choque, se vivió en los aledaños de Mestalla el ambiente de las grandes ocasiones. El valencianismo tenía ganas de revancha después de la eliminación sufrida en la pasada edición de la Europa League. Y la afición empezó a jugar su partido antes de que empezara a rodar el esférico. Con la temperatura tan elevada y el llenazo de Mestalla, solo quedaba esperar que los jugadores tuvieran igual de interiorizado ese sentimiento de vendetta. Y lo tenían, vaya si lo tenían. Sobre todo algunos presentes en aquella dramática semifinal de Europa League resuelta con el gol de M´Bia. Como la venganza se sirve en plato frío, Dani Parejo esperó al partidazo de este domingo para tomarse justicia. Marcó dos goles y estuvo presente en casi todas las acciones de su equipo, a veces incluso involuntariamente, como ocurrió en la jugada del penalti que permitió a Bacca recortar distancias. Pero antes Parejo había encarrilado la victoria con dos tantos, uno engañando a Beto desde los once metros y el otro con una magnífica definición a pase de Enzo Pérez, que le sirvieron para batir su mejor marca goleadora en la Liga con 7 tantos. También fue la revancha de Javi Fuego, que se estrenó en el curso actual, y de Diego Alves, que volvió a volar bajo los palos para desviar el segundo penalti que le tiró Bacca.
Los periquitos atómicos
Así, a la chita callando, el Espanyol se está acercando a la zona noble de la clasificación. Desde que cayeron en el Santiago Bernabéu, no hacen más que ganar, ya sea en Liga o en Copa. Cuatro victorias consecutivas llevan los periquitos atómicos, que con sus 26 puntos ya están instalados en la parte más tranquila de la tabla. Cierto que la distancia con los puestos europeos continúa siendo grande (12 puntos), pero todavía queda mucho campeonato y el excelente mes de enero desarrollado por Sergio y los suyos invita al optimismo. Pase lo que pase el jueves contra el Sevilla en el Pizjuán.
Los cuatro pericos atómicos del ataque (Stuani, Sergio García, Caicedo y Lucas Vázquez) atraviesan un espléndido momento de forma y sus picotazos vuelven loca a cualquier defensa. Este domingo los sufrió el Almería de JIM, que se fue del Power8 Stadium con una aplastante sensación de inferioridad. Les cayeron tres goles y bien les pudo caer alguno más. Porque el revoloteo incansable de Sergio García y el constante planeo de Stuani acechaba la portería de Cuesta. Al final, el uruguayo marcó dos tantos y el otro lo firmó Caicedo, que ha marcado en sus siete últimos partidos en Cornellá, culminando así una rotunda victoria que les viene de perlas antes de la batalla copera del próximo jueves en Nervión.
EL SACAPUNTAS
Casillas: «Me gustaría jugar en Estados Unidos»
Pues ya sabes, majo. Yo que tú iría tirando para allá no vaya a ser que te quedes sin sitio…