Varapalo para los Rockets pero sobre todo para Harden. Estos Warriors deben estar señalados por algún tipo de deidad como finalistas (como poco) de la NBA. El nivel de excelencia al que han empujado a Rockets y antes a Grizzlies o Pelicans; para terminar dominando las series; es algo digno de estudio. Anoche Harden se marcó un partidazo brutal, remontó, supo encontrar a sus compañeros, culminó jugadas decisivas. Pero simplemente estos Warriors han encontrado el arcano que les permite, en una especia de goteo intermitente, situarse siempre un paso por delante del rival.
Corres detrás de ellos, y cuando les alcanzas, te das cuenta de que sólo estaban allí en tu cabeza; en realidad ahora ya están, otra vez, un poco más lejos.
Houston Rockets 98-99 Golden State Warriors
(0-2)
Vídeo. Boxscore.
Guión extraño el de este segundo partido por las finales de la conferencia Oeste. Los Warriors entraron rápido en el encuentro y de la mano afinada de Stephen Curry anotaron con fluidez. El primer cuarto sólo fue un avance, y los Warriors terminaban con 36 puntos, 8 arriba y mucho impulso.
Impulso continuado por la segunda unidad, comandada por un Iguodala que nos dejó un mate impresionante y una serie encadenada de buenas defensas y grandes criterios de pase. Los Warriors se marchaban en el marcador y el equipo estaba desatado.
Sin embargo en lo que viene siendo habitual en estos play offs, cuando Houston se ve abajo en el marcador, alcanzan un nivel especial de rendimiento que les permite aprovechar de manera óptima sus virtudes y a la vez dejar en evidencia las flaquezas (véase relajamiento) del rival. Poco a poco, con acciones aparentemente aisladas, apoyándose en la defensa y en el juego que genera Harden y el que recupera Howard; los Rockets se acercaron en el marcador. La racha final de Harden, netamente superior a sus defensores en lo que va de serie, dejó el marcador en empate a 55.
Sin comerlo ni beberlo, y pese a la primer parte espectacular de cuarto de los Warriors, los Rockets les dejan en 19 puntos (frente a los 36 del primer cuarto). Nunca más nen el partido volverían los Rockets a bajar los brazos.
En 4 minutos de tercer cuarto Steve Kerr ya se había percatado de que el partido no era el mismo. En ese tiempo Harden, Terry y Ariza habían anotado un triple por barba (nunca mejor dicho Mr.Harden) y los Rockets estaban 6 arriba.
En tres acciones de sus némesis locales, Curry, Barnes y Thompson (no por este orden), los Warriors daban la vuelta. Cuando ves que en un partido tres jugadores de posiciones exteriores se conjuntan para culminar un parcial, y le responden precisamente los tres jugadores de esas posiciones en el equipo rival, normalmente, estás ante un partidazo.
Momento a tener en cuenta, a 16:31 del final del partido Curry anota su quinto triple. No volvería a anotar otro. Una lanza por la defensa de los Rockets.
De ahí al comienzo del último cuarto hubo un intercambio de golpes de ritmo bajo. Los Rockets están tratando de frenar la adrenalina de los Warriors, imponiendo el contacto y la pausa; aunque son perfectamente capaces de correr y anotar rápido. Buen trabajo de McHale.
La segunda unidad de los Warriors se imponía parcialmente a los Tejanos sin Harden. La vuelta a cancha de la estrella de Houston neutralizaba esa ventaja en el juego, pero no en el marcador. Green y Bogut iban dejando su seña en el momento rudo del partido, mientras el reloj avanzaba inexorablemente. Una enorme canasta de Curry dejaba a los Warriors 8 arriba a 2:49 del final.
7 segundos después Harden anotaba un gran triple para volver a dejarnos claro que estos Rockets son muy duros.
Curry encontraba a Bogut en el siguiente ataque. Howard anotaba sólo un tiro libre. Y de nuevo Curry, frente a Howard, anotaba otro canastón con el pívot encima. En pocos minutos Curry había masacrado las ayudas defensivas en cambio de asignación a los dos interiores de los Rockets. Terrence Jones y Dwight Howard. 8 arriba a minuto y medio.
Pero Harden tenía algo más que decir. Completaba su monstruoso encuentro con unos tiros libres, un mate en transición, y un pase magnífico para el mate de Howard (19 puntos y 17 rebotes, eso es estar listo y sano).
Ahora les describimos la jugada decisiva, porque merece la pena entender la secuencia:
Con 98 a 99 para los Warriors en el marcador, los Rockets deciden presionar el saque e intentar defender (Golden State no te deja margen a la hora de hacer faltas para intentar que fallen tiros libres). Curry recoge el saque de banda con dificultad, buscan a Thompson, muy bien defendido por Ariza. Curry intenta la individual en segunda opción, se queda de nuevo con Howard (recordad, 2 de 2 en missmatch de Curry con los pívots), finta, rompe, pero aparece Harden que llega en segunda ayuda providencial. Harrison Barnes recoge la bola y la responsabilidad e intenta una canasta aro pasado, pero se pasa de fuerza. El rebote es para Harden, otra vez Harden. Conduce el balón, llega al otro campo y recibe el trap (2 contra uno) se apoya en Howard para rearmar su jugada, pero el segundo trap llega demasiado cerca del final y el balón se escurre de las manos de Harden.
La victoria se queda en casa.
El dato: Los Rockets han decidido reducir el ritmo de partido a la mínima expresión. Apenas 77 tiros a canasta en todo el encuentro por parte de los Warriors. 16 pérdidas forzadas por los Rockets.
La clave: Jugada decisiva aparte (verdadero cara o cruz). Ante el planteamiento de partido de los Rockets, ajustando su defensa de forma que fuese lo menos aprovechable por los enormes recursos de los Warriors, Golden State se aferró a la buena circulación de balón y la mejor selección de tiro. 31 asistencias en 41 canastas, 53,2% en tiros de campo. Draymond Green dio 7 asistencias y Bogut 4, posiblemente el tándem 4-5 que mejor pasa el balón de la NBA. Oro en manos de los Splash Brothers.
MVP. James Harden Vs Stephen Curry. No se puede dejar sin MVP a un jugador que termina con 13 de 21 en tiros (3 de 6 en triples) y 9 de 10 en tiros libres. Que coge 10 rebotes, reparte 9 asistencias, roba 3 balones e incluso coloca un tapón. Tampoco se puede dejar sin MVP a su máximo rival si pese al 5 de 11 con el que termina el partido (de más a menos) encuentra la manera de anotar 8 de 10 tiros de 2 entre la enorme defensa rival, anota dos canastas magistrales que terminan siendo decisivas, y acumula 33 puntos y 6 asistencias. El duelo más grande que ofrece el basket mundial mientras Durant y James no puedan encontrarse.