El líder no falló ante el colista. El Barcelona se presentó en El Arcángel como un equipo sólido, y no solo sumó su vigésimo primer partido sin encajar goles sino que además consiguió la mayor goleada de La Liga a domicilio esta temporada para acabar llevándose la victoria por 0-8 frente a un Córdoba que ya es equipo de Segunda División. Luis Enrique se presentó con su once de gala y no quiso saber nada de rotaciones mirando sobre todo la ida de las semifinales de la Champions League contra el Bayern Munich del próximo miércoles. Se centró en sacar los tres puntos y solo le bastó los últimos minutos del primer tiempo para encarrilar la victoria.
El Córdoba aguantó hasta el minuto 40, hasta el preciso instante que sus fuerzas se agotaron. El intenso calor sobre la capital andaluza hizo mella en todos los jugadores y lo notaron los locales de forma agónica en los últimos compases de la primera mitad. El Barcelona dominaba al ralentí y el partido se movía de forma cansina. De vez en cuando, se interrumpía para que los protagonistas se refrescasen. Se jugó en todo momento en el campo del Córdoba, que en ataque se movía a empellones de sus jugadores de banda para ilusión de un público con aire resignado.
El equipo blaugrana pudo adelantarse en los albores del choque, a los dos minutos, pero Neymar envió a las nubes un buen centro de Dani Alves. Mientras el lateral brasileño apareció en los primeros compases, el Barça dio signos de peligrosidad. Luego desapareció y los zagueros califales, muy juntos junto con sus pivotes, controlaron la situación anulando las acciones de un Barça que terminaba sus jugadas en remates bloqueados y un total de seis saques de esquina.
El tercer remate de la temporada en liga de Neymar al palo serviría de preludio para lo que se avecinaba a continuación. Con la lengua fuera, y alguno de ellos agarrotados por los calambres, los futbolistas omeyas empezaron a pedir la hora. Cada vez más desorganizados y aculados facilitaron a su poderoso rival las jugadas de los dos goles que definieron la tarde. En el primero; Leo Messi demostró ser el mejor asistente de La Liga (18 pases de gol en total) elevaba por encima de la defensa para que Ivan Rakitic fusilase sin contemplaciones. Cinco goles en esta liga, cuatro de ellos contra conjuntos andaluces dando buena cuenta que el sol del Sur de España le sienta muy bien, tanto que completó su magnífica actuación poco después con una asistencia a Gerard Piqué. A continuación, en el descuento, Andrés Iniesta se estrenaba como asistente en el campeonato regular para hallar de forma medida a Luis Suárez que no perdonó y dando por vistos los segundos 45 minutos.
Porque el segundo tiempo quedó para la estadística. Empezó Leo Messi con el tercero y finalizó Luis Suárez con el octavo. Los andaluces, destruidos en su moral, en su físico y claramente inferiores en calidad, sufrieron un Vía Crucis a favor de un Barcelona donde sus mejores jugadores empezaron a brillar. Todos contribuyeron a rematar 27 veces, récord en un partido a domicilio en esta Liga. Quien no anduvo fino fue Neymar que, por dejadez, falló un gol increíble, no asumió ocasiones, se dejó arrebatar un gol y se inventó un penalti que finalmente transformó. Nada que ver con Leo Messi que alcanzó su tercer doblete en tres partidos contra el Córdoba, alcanzando ya los 41 goles en esta Liga. O con Luis Suárez que marcó su primer hat-trick en La Liga Española y que ha contribuido en cuatro tantos en este partido. En definitiva, una MSN que sumando todos sus goles en Liga supera a todos los equipos de las cinco grandes ligas, salvando el Real Madrid.
En definitiva, mientras el Córdoba bate récords en la competición liguera al convertirse en el primer equipo que ha perdido ocho partidos seguidos como local en la historia de La Liga. Los culés, que han igualado su mayor goleada de la historia de la competición fuera de casa, le pasan la “patata caliente” al Real Madrid que tiene un dificilísimo compromiso frente al Real Madrid y que, en caso de pinchazo, le servirá en bandeja su vigésimo tercera Liga. Ya en la final de la Copa del Rey y con un ojo en las semifinales de Champions League, por lo menos en liga el Barcelona se muestra como una apisonadora.