Triunfo histórico de Brasil en Maracaná frente a Alemania para colgarse al cuello el Oro olímpico, el único título que le faltaba al fútbol brasileño. Neymar que abrió el camino con un gran gol de falta lo cerró marcando el penalti decisivo de la tanda de penaltis. Críticado por algunos sectores de la prensa brasileña rozando niveles de vejación pasó de villano a héroe logrando un hito histórico para su país, enterrando fantasmas y complejos, y dejando claro que tienen que confiar en él y en su fútbol.
Gran arranque de partido por parte de Alemania, para nada amedrentados por el espectacular ambiente de Maracaná con dos ocasiones de gol, una de ellas un disparo al larguero de Brandt, primer aviso serio del conjunto germano, que pese a sus llegadas no terminaba de hacerse dueño del partido. Brasil se acercaba a la portería defendida por Horn mediante jugadas a balón paradas, faltas laterales o peligrosamente cada vez más cerca del área alemana. Fue así, poco antes de cumplirse la media hora de partido, cuando Neymar transformó un libre directo desde la frontal del área. El astro blaugrana puso el balón en el larguero, en la zona de la escuadra izquierda, inalcanzable para Horn que no pudo evitar que el balón entrara convirtiéndose en uno de los mejores goles de la competición. Sven Bender con un gran testarazo se volvió a encontrar con la madera. No estaban teniendo fortuna de cara a puerta los alemanes que pese a llegar bien se fueron un gol abajo al descanso.
Al comienzo de la segunda mitad Alemania siguió en su línea habitual y al cumplirse la hora de partido, recuperación de Lars Bender en tres cuartos de campo, apertura a la derecha para Toljan que centró para que Meyer desde el punto de penalti rematara de primeras ajustado al palo izquierdo donde no pudo llegar Weverton. Precisamente Lars Bender, gran artífice de la igualada se tendría que retirar entre lágrimas por lesión. Mientras que Alemania a los 75 minutos ya había agotado los tres cambios, Rogerio en Brasil sólo había dado paso a Felipe Anderson por Gabriel Barbosa. Sólo un cambio pero la sensación es que Brasil llegó mejor al tramo final en el que le faltó finalizar ante una muy seria zaga alemana. Luan dispuso de la mejor ocasión brasileña pero Horn reaccionó con grandes reflejos con el partido prácticamente abocado a la prórroga.
Tras treinta valientes minutos de Brasil en los que se repitió la tónica del tramo final de la segunda mitad, arriesgando y buscando a Alemania por medio de Neymar, Felipe Anderson o Luan que se volvieron a encontrar de bruces con Horn y su férrea defensa. Sin más goles llegó la hora de los penaltis. Alemania empezaba tirando, la presión para los jugadores brasileños se veía en sus rostros. La tensión se mascaba en Maracaná. Los primeros cuatro penaltis de cada equipo se convirtieron en gol. No fallaron Ginter, Gnabry, Brandt ni Sule por Alemania, como tampoco fallaron Renato Augusto, Marquinhos, Rafinha ni Luan por Brasil. Weverton trató de añadir presión a los lanzadores alemanes cuando estaban ya preparados, dándose un paseo por la portería o buscando la toalla, no surtió mucho efecto hasta el quinto penalti, en el que Peterson lanzó sin ajustar al palo ni con la fuerza suficiente, fácil para Weverton. Era el turno de Neymar, su momento, si marcaba lograría el primer olímpico para la historia del fútbol brasileño. Disparó con decisión a la escuadra derecha, inalcanzable para Horn.
Explotó Maracaná y toda Brasil de felicidad. Neymar apenas corrió unos metros antes de derrumbarse a llorar. Nunca antes unos campeones habían llorado de una forma tan desconsolada. La presión que el equipo de Brasil cargó sobre sus hombros debió ser abismal, inhumana, durante las últimas semanas. Haciendo frente no solo a fantasmas como los del Maracanazo o el 1-7, también a las feroces críticas desde el comienzo del torneo por parte de prensa y muchos aficionados decepcionados que recuerdan tiempos mejores para el fútbol brasilero. Pese a todo ello, Neymar y los suyos se levantaron tras los dos primeros malos partidos de la fase de grupos y encarrilaron una buena fase eliminatoria culminándola con victoria ante una Alemania que venía más liberada y practicando mejor fútbol. Histórico primer oro olímpico para la Brasil futbolera que ayudará a cicatrizar o al menos aliviar heridas del pasado.