– El americano Van Garderen no sabe administrar sus fuerzas desde la base del Alpe d´Huez y el galo Riblon le supera a kilómetro y medio del final aprovechando el pajarón final del estiloso BMC
– Las exhibiciones lejanas de Froome con arrancadas innecesarias le sumen en una minicrisis a 4 kilómetros de meta que escondió tras Porte en otra clase magistral del desbarajuste táctico del Sky
– Solo Quintana y ‘Purito’ sacaron partido a la flaqueza del líder, mientras que Contador y Kreuziger jugaron a atacar desde la bajada del primer paso al Alpe d´Huez y lo pagaron caro al final
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
Siendo el ciclismo un deporte de fuerza, la prueba palpable de que la carrera no se gana hasta cruzar la línea final se vivió esta tarde en la famosa Montaña de los Holandeses. El estadounidense Van Garderen (BMC), llamado a ser un gran fondista en el futuro, aprendió la valiosa lección del uso indebido de las fuerzas, malgastándolas desde la base del Alpe d´Huez demasiado prematuramente que le llevaron a clavarse hacia el final y viendo como un ciclista con muchas más batallas encima como el galo Riblon (AG2R) le remontó en los kilómetros finales y firmaba una victoria de postín para los franceses. Y partir con cuatro minutos y medio respecto al segundo de la general para acabar la etapa con más de 5 minutos puede considerarse una consolidación del maillot de líder pero viendo las formas que dejó la decimoctava etapa del Tour las sensaciones no son tan ‘disneylandia’ en los Sky, o eso pregonan sus rivales: el segundo de la general, Contador (SaxoTinkoff) está un pelín más lejos pero dos escaladores puros como Quintana (Movistar) y ‘Purito’ Rodríguez (Katüsha) están un minuto más cerca del líder Froome (Sky) con dos superetapas de montaña por delante y en los que la debilidad demostrada por un hasta ahora autoritario líder pueden ser síntomas para zafarrancho de combate.
Los frondosos Alpes fueron el paraje de la gran etapa reina de este Tour del Centenario y tras incontables escaramuzas, 9 corredores formarían la gran fuga del día del cual saldría el vencedor final de la jornada. Antes, el SaxoTinkoff molestó con varios movimientos al equipo del líder y el Sky hubo de ir gastando peones desde casi el inicio de la etapa. La primera ascensión a las 21 curvas de herradura que luego albergaría el final dejó en cabeza al italiano Moser (Cannondale), al galo Riblon (AG2R) y al estadounidense Van Garderen (BMC), que llegaron unidos a la subida final pese a los problemas mecánicos del ‘yankee’ y la salida de calzada del francés en un húmedo descenso. La ventaja con la que contaban les daba la tranquilidad de saber que el vencedor estaba entre ellos, a pesar de un ataque loco de Andy Schleck (RadioShack), Pierre Rolland (Europcar) o Mikel Nieve (Euskaltel) abocados al desastre ante el empuje de Movistar al frente del pelotón. La insolencia de la juventud fue la primera en apostar: el BMC aumentaba el ritmo a 11 kilómetros de meta y mantuvo una treintena de segundos de ventaja estable hasta que explotó a tres kiñómetros del final, se clavó y hubo de soportar impotente como el AG2R lo superaba en las rampas finales. ¡¡¡Todos añoramos la juventud pero hay días en los que peinar canas sienta más saludable!!!
El ciclismo moderno venía sumergido las últimas temporadas en una lastimera tendencia en la que siempre se esperaba a los kilómetros finales para lanzar ataques al líder en las subidas y en muy pocas ocasiones se lanzaban ataques suicidas desde lejos. En este Tour esta dinámica venía siendo aniquilada por el propio líder, que en todas las subidas atacaba desde el inicio de cada cuesta final en busca de aumentar sus rentas. Y eso mismo hizo en Alpe d´Huez más lejos que nunca, a más de 10 kilómetros de meta y el rédito esta vez fue de empate: perdería Froome (Sky) un minuto en meta respecto a unos portentosos Quintana (Movistar) y ‘Purito’ Rodríguez (Katüsha), después de arrancarles pronto y sumido en una pequeña crisis a 4 kilómetros de meta, cuando hubo de echar mano de Porte (Sky) y unos geles energéticos cedidos por éste; pero ganaría casi otro minuto con unos demasiado osados Contador (SaxoTinkoff) y Kreuziger (SaxoTinkoff), que se dejaron muchas fuerzas absurdamente en una bajada lejana a meta que les llevó a tomar una renta de 45 segundos pero que tras ser neutralizada por Kennaugh (Sky), el Alpe d´Huez dejó en evidencia que el madrileño no está este año lo suficientemente fino como para optar a la victoria final y que deberá sudar aún horrores por una plaza en el cajón final de París.
La ronda francesa seguirá surcando mañana viernes 19 de julio la decimonovena etapa entre Bourg dÓsians y Le Gran Bornand en 204 kilómetros considerados de alta montaña y con dos puertos de categoría especial como los conocidísimos Glandon y Madeleine de salida que pueden dejar a los ciclistas muy tocados de cara a otras dos subidas finales a dos puertos de primera categoría, el último un durillo Croix de la Fry con cima a 13 kilómetros de meta, con una rápida bajada que desembocará en una pequeña cuesta final que puede reafirmar las diferencias del puerto final en una muy avanzada tercera semana que tiene a los ciclistas con las fuerzas muy justas ya.