El joven ciclista francés del RadioShack extiende el golpe de pedal adquirido en el Tour y sorprende en la clásica donostiarra a reputados corredores como Valverde, Kreuziger, Nieve o Roche para lograr su mayor triunfo
Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
El calendario del UCIWORLD TOUR desembocó esta tarde en la capital guipuzcoana en la única clásica de tan alto copete del ciclismo español y una vez más, se vio beneficiado por el adelanto de fechas, ya que de disputarse antaño alrededor de los 10 primeros días de agosto, en los últimos años viene disputándose una semana después del Tour de Francia y eso hace que la mayoría de ciclistas quieran alargar el excelente estado de forma que les deja la ronda francesa, dando lustre a la prueba donostiarra, que cuenta en su palmarés a grandes clasicómanos. En esta edición de 2013 no había un favorito claro a suceder al murciano Luis León Sánchez (Belkin) y lo quebrado del recorrido en la parte final hizo incontrolable una carrera que finalmente fue a parar a la saca de un chaval de 25 años, el francés Tony Gallopin (RadioShack), que se la jugó en solitario a falta de unos 15 kilómetros de meta para conseguir el mayor triunfo de su carrera y que justifica su presencia en un equipo con estructura de equipazo, con aroma estadounidense y que tiene atado para el año pasado un sponsor tan potente como la marca de bicicletas Trek.
Los más de 200 kilómetros de la clásica contaron con numerosas fugas e intentonas que el pelotón controló en una suerte de caminar sobre el alambre, ya que no se atisbaba ningún candidato claro al triunfo y la lucha de guerrillas iba ser la nota dominante. Con dos pasos por el Jaizkibel primera categoría como puntos claves, el Movistar navarro movió fichas y pronto tumbó una fuga de tres ciclistas, donde el Caja Rurarl volvió a copar el protagonismo, para dar paso en cabeza de carrera a ciclistas que ya venían del Tour de Francia, hasta que de una veintena de ciclistas que rodaban a lo loco sin apenas disciplina, saltó en el alto de segunda categoria de Arkale el francés Gallopin (RadioShack) con una cadencia ágil que pronto le llevó a abrir medio minuto de ventaja sobre un quinteto de perseguidores que se formó en la misma cota. El entendimiento entre Nieve y Landa del Euskaltel, Kreuziger y Roche del SaxoTinkoff, y Valverde (Movistar) redujo esa distancia y otorgó cierta expectación a los kilómetros finales pero las dotes de buen llegador del murciano del equipo navarro actuó de freno para lanzarse a por el francés.
Y ya en las calles de San Sebastián el repecho de Miracruz sirvió en esta ocasión para certificar la victoria del fugado más que su tumba, como ocurriese otros años. Gallopin (RadioShack) no escatimó ni un solo gramo ni una sola pedalada en busca del mayor logro de su corta y prometedora carrera, mientras que el grupo de perseguidores se enredó en la típica guerra de ahorrar fuerzas en la captura del fugado con tal de no hacer el trabajo sucio a otros contrincantes. El Boulevard donostiarra viene acostumbrándose en los últimos años a que el ciclista más potente de la carrera llegue en solitario a meta y los tiempos en los que pequeños grupos se disputaban la victoria al sprint parecen cosa del pasado y no del futuro, ya que la organización planea incluir el Monte Igeldo, escarpada y breve subida a una colina de la parte oriental de la ciudad, para el año que viene, bien como paso cercano a meta o bien como llegada en cuesta.