Benicarló era la ciudad que hoy ponía color, comida y música en El Madrigal. Y los vecinos de esta localidad situada al litoral de la provincia de Castellón pudieron presenciar un gran partido del Villarreal que ganó por 3-1 al Osasuna. O mejor dicho, presenciaron una gran primera parte porque como ocurrió en los dos últimos partidos, al Villarreal le han sobrado los segundos 45 minutos de tiempo. Tanto le han sobrado, que el marcador no se ha movido tras el descanso, y es que se nota demasiado que el equipo baja el ritmo en la segunda mitad. Cierto es que el resultado favorecía la situación, pero no es algo puntual. En el Bernabéu también ocurrió y el domingo pasado contra la Real Sociedad se terminó pidiendo la hora ante el dominio de los vascos en la segunda mitad, y para evitar problemas en el futuro, el equipo deberá mantener la marcha durante los 90 minutos. El Submarino se encontró con un comodísimo 3-0 en el minuto 30, y lo cierto es que el colista no ofreció ninguna dificultad añadida, más allá de un par de ocasiones y dificultar la salida de balón cuando apretaba un poco más arriba. A Castillejo, que jugó una marcha por encima del resto, parece que las cosas le empiezan por fin, a salir bien, y regaló un gol a Pato, que solo tuvo que rematar a placer. Fue el primero del partido y llegó en el minuto 4. La defensa del Osasuna se mostró demasiado vulnerable para una delantera con una efectividad envidiable. Soriano cayó en el área tras el derribo del portero navarro,
y el otro Soriano, Bruno, transformó la pena máxima, esta vez, sin ‘Panenkazo’.
El Villarreal cuajó entonces, los mejores minutos del partido, y otra vez apareció Castillejo para tras un jugadón volver a ceder el gol a Sansone, que supo definir a la perfección. Sello italiano. La grada empezaba a hacer la ola, pero en el añadido, Álvaro González cometía un penalti que Asenjo no pudo para. El árbitro pitó entonces el final de la primera parte, pero bien pudo ser el partido, pues ya no ocurriría nada más sobre el césped de El Madrigal. No se movió el marcador y tampoco hubo ocasiones para que cambiase. Una segunda parte tremendamente aburrida que durmió a una grada que contagió el ánimo al equipo, que también fue a menos en el final del partido. Dos Santos, Cheryshev y Borré salieron para seguir con las rotaciones, y dar aire al ataque del equipo, pero aunque lo intentaron, sobre todo los centrocampistas, nada les salió.
El Villarreal continúa la racha, antes de encarar una semana con viaje a Rumanía y partido el jueves frente al Steaua de Bucarest (19h), y viajar el domingo hasta Cornellà para enfrentarse al Espanyol (18.30h). El Submarino intentará seguir con una racha que les coloca cuartos en la tabla, pero esperemos que conscientes de que un partido dura 90 minutos.