El atacante del Liverpool anotó los dos goles que le dieron la victoria a su equipo por 0-2 ante el Chelsea, que no pudo sacar un resultado positivo al jugar la segunda mitad con uno menos tras la expulsión del central danés Christensen.
La primera parte estuvo marcada por la expulsión en los minutos finales de la misma de Christensen. El central danés fue expulsado al filo del entretiempo por una entrada sobre Mané donde corta una jugada clara de gol donde se podría haber quedado solo ante la portería del conjunto local después de un gran pase en largo de Henderson. En un principio, el colegiado le había amonestado con tarjeta amarilla pero tras revisarlo en el VAR la jugada fue suficientemente clara como para cambiar el juicio inicial del árbitro.
En cuanto al resto de la primera mitad, las defensas dominaron en gran parte sobre los ataques ya que fue un partido sin grandes ocasiones para ninguno de los dos lados. En un principio, el conjunto de Lampard intentaba generar peligro a través de la posesión de balón pero se acabó convirtiendo en un dominio pasivo porque no conseguían abrir la sólida defensa del vigente campeón de la Premier.
De hecho, la primera ocasión con algo de peligro fue para los de Klopp, ya que en un rebote una mala salida en el área de Kepa le acaba entregando el balón a Salah, que al estar escorado intenta dar el último pase a Firmino pero la defensa consigue interceptar el balón. La primera ocasión para el conjunto local no llegaría hasta el minuto 32, cuando Timo Werner consigue el balón en el borde del área, aunque su disparo se marcha cerca del palo izquierdo de la portería que defiende Alisson.
Tras esa ocasión, la posesión del balón cambia completamente a favor del Liverpool, que consigue hacerse con el control y generar varias ocasiones, aunque ninguna demasiado clara para conseguir el gol. En el descanso Klopp hacía debutar a Thiago en su nuevo equipo, que sustituyó a Henderson tras irse con molestias al finalizar la primera mitad.
El Liverpool salió de los vestuarios con todo al encontrarse con uno más sobre el terreno de juego y tardó cuatro minutos en ponerse por delante en el marcador. El gol llega tras una gran pared entre Firmino y Salah que acaba con el delantero brasileño poniendo un centro medido al borde del área pequeña donde cruza el balón Mané para marcar el primero de sus dos goles. Poco después, un error de Kepa en la salida de balón prácticamente sentenciaba el partido, ya que le regalaba el balón a Mané a portería vacía y este no perdonaba y ponía el 0-2 en el marcador.
Desde ese punto, el Liverpool controlaba la posesión con Thiago dominando el centro del campo pero aún así el Chelsea tuvo la ocasión de meterse en el partido. Un jugada de Werner dentro del área provocaba un penalti después de que Thiago le trastabillara. Alisson salvó a su equipo deteniendo el penalti que lanzó Jorginho.