Por Felipe de la Torre (@Tiulavara)
Argentina ha tenido que esperar nada más y nada menos que 24 años para volver a estar en las semifinales de un Mundial. Seguro que no es el único dato al que hoy mirarán contentos los ciudadanos del País sudamericano, pues también cabe destacar que la última vez que Argentina ganó un Mundial fue también teniendo como víctima a Bélgica, su decepcionante rival en los cuartos de final que hoy se han disputado en Brasilia.
Con algunas novedades como Demichelis, Basanta o Biglia afrontaba Argentina un partido a priori difícil ante una de las selecciones que mejor fútbol, aunque a ráfagas, habían realizado en este Mundial. La joven selección Belga liderada por Hazard suponía una amenaza para una Argentina que tuvo que vencer su última eliminatoria en el tiempo extra, y que tampoco es que esté deslumbrando con su juego en este campeonato. Pronto llegaría el primer gol del partido, tras un comienzo con mucho ritmo por parte de ambos conjuntos, en el minuto 7 Higuain recogía un balón suelto al borde del área para con pierna derecha y de primeras ponerla lejos del alcance de Courtois en el palo largo. Un pase de Di María hacía Zapata que le doblaba por banda derecha golpeó en un defensor belga propiciando ese rechace que aprovecho el «pipita» Higuain para marcar el único gol del partido.
A partir de este momento Bélgica quedo como aturdida y no acabo de generar nada de fútbol a excepción de algún tímido intento acercándose la primera media hora de partido. Justo en el minuto 28 y cuando parecía que Bélgica estaba cogiendo el aire al partido llegó la lesión de Di María que parí el partido unos instantes, puesto que salió del terreno de juego pero volvió a entrar para intentar continuar, siéndole imposible hacerlo por una dolencia seguramente muscular en la pierna derecha. Entró en su lugar el trabajador Enzo Pérez.
Después de unos minutos de tedio, llegó una gran acción de Messi al borde del área entre varios jugadores belgas, forzando una falta que él mismo botaría, aunque en la ejecución se le fue ligeramente desviada del marco defendido por Courtois. Messi no intervenía mucho en el juego albiceleste, pero cuando lo hacía dejaba destellos de su tremenda calidad, lo cual fue su tónica general hoy. De Bélgica sólo tuvimos noticias en el minuto 41 cuando un cabezazo de Mirallas salió por la parte derecha de la meta argentina. Un primer tiempo decepcionante de Bélgica que no se encontró a sí misma en ningún momento, facilitando a los argentinos el mantener la renta de un gol, simplemente con orden y posesión de la pelota.
La segunda mitad lejos de ver una reacción por parte del conjunto europeo, Argentina intensificó su dominio y cerca estuvo de poner más distancia de por medio en el resultado, y a que en el minuto 54 llegó la mejor ocasión de Higuain, después de algún aviso del propio delantero albiceleste, sería tras un balón robado de Pérez que le asistió rápidamente al «pipita» para que recorriese medio campo sorteando jugadores rivales y estrellase en última instancia el esférico en el larguero de la portería belga.
Tras un primer cuarto de hora en el que Argentina incluso perdono cerrar el partido, volvimos a la tónica aburrida de la primera mitad, dónde Argentina no pasaba apuros y contemporizaba con la pelota para dejar pasar los minutos ante una inofensiva Bélgica. Una de las muestras más claras del mal partido de Bélgica, la podemos ver en el horrible partido de su estrella Eden Hazard que no apareció en ningún momento del partido y que acabó siendo sustituido en el minuto 74.
Cuando se acercaban los minutos finales, Bélgica decidió traicionar su estilo y bombardear a sus delanteros con balones largos, siendo bastante decepcionante el resultado, ya que a excepción de un disparo en el 84 de De Bruyne que se estrelló en Mascherano, poco más bagaje ofensivo tuvo Bélgica. De hecho lo único que ánimo este final de choque fue el resultado ajustado, pues en cualquier jugada aislada podría llegar el empate belga que forzaría el tiempo extra. Para dejar un mejor sabor de boca para los aficionados neutrales de este partido, hubo dos últimas acciones de peligro, una para cada selección, la primera en el 93 sería para Messi que tuvo la ocasión de poner la guinda a su partido en una contra en la que sólo ante Courtois estrelló el balón contra el meta belga, que parece le tiene comida absolutamente la moral al astro argentino. Sigue sin haberle batido, un partido más. Y la última del partido fue para Bélgica tras una buena acción dentro del área de Lukaku, el rechace del balón al borde del área lo enganchaba con un fuerte disparo Witsel para enviar cerca del marco defendido por Romero.
Mal partido de Bélgica que propició que con comodidad Argentina haya accedido a la siguiente ronda, en un partido en el que los de Sabella dieron la impresión en muchas fases de jugar mirando el reloj y el resultado, gastando así las fuerzas justas. En un Mundial donde ninguna selección está siendo claramente superior, Argentina sigue su camino pese a las criticas a su juego y ya está cerca de la gran final de Maracaná que quita el sueño a millones de compatriotas. Ahora les toca esperar rival, la sorprendente Costa Rica, o la actual subcampeona, Holanda.
De momento que siga rodando el balón… Aunque ya queda menos para el partido de los partidos. La final, donde por última vez en este campeonato rodará el esférico.