Tardaron un partido en recuperar la confianza, si es que alguna vez la perdieron. Juegan muy rápido y es realmente divertido verles jugar, pero el efecto sobre el juego es diametralmente contrario, alargan el partido de manera difícil de explicar.
Los rivales tienen que atacar sabiendo que su rival va a meter una cantidad enorme de puntos, mientras ellos juegan arriesgando con la confianza de que van a tener siempre otra oportunidad. Si es tan fácil, ¿porqué no lo hace nadie más y gana 73 partidos de regular season después de un anillo?; la respuesta es que no es una buena idea, porque es el método perfecto para la plantilla de Golden State, un encaje de piezas de precisión micrométrica.
Llega un punto del partido en el que encadenan acciones positivas, y en apenas un par de minutos te han clavado 5 tiros… Curry mató por este método diseñado por Kerr para torturar defensas, a unos Thunder que jugaron a sabiendas de que lo más complicado ya estaba hecho. El MVP escribió las líneas de un cuento que ya nos habían contado, que volveremos a vivir mil y una noches madrugadas.
Oklahoma City Thunder 91-118 Golden State Warriors
(1-1)
Vídeo. Boxscore.
Transcurría el partido por el incierto terreno en que se movió la última vez; y es que los Thunder estaban siendo ellos mismos, y a su vez, los Warriors no estaban siendo lo suficientemente Warriors como para romper el ecnuentro… transcurría hasta que en un pequeño arranque de genio los californianos endosaron un 8-0 en apenas un minuto y poco a los Thunder para cerrar la primera parte 49 a 57. Todo el trabajo de Oklahoma para empatar el marcador menospreciado en poco más de 60 segundos. El tercer cuarto empezó con igualdad, los Thunder avanzaban de la mano de Durant (29 con 11 de 18 en tiros) y la dirección de Westbrook (16 puntos y 12 asistencias) hacia lo que esperaban fuese un escenario similar al del primer encuentro. Pero en ese momento apareció el rey de los genios, un Stephen Curry entonado, activado, casi iracundo, se encargaba él solo de meter un parcial de 15-2 anotando todos los puntos de Golden State en el momento decisivo. Del 57 a 64 al definitivo a la postre 59 a 79. Los Warriors no volverían a bajar el ritmo y los Thunder terminaron dejando a los titulares en el banquillo.
El dato: 50 puntos del banquillo de los Warriors, con el matiz de que fueron en la basura.
La clave: Mejora notable en el rebote (ganado 45 a 36) y el parcial de Curry en el tercer cuarto.
MVP: Stephen Curry. Asume el mando del equipo por inercia, y en un equipo con Klay Thompson y Draymond Green (15 y 10 puntos respectivamente), eso son palabras mayores. 28 puntos, 2 rebotes y 3 asistencias en 30 minutos. Ganó el partido en dos minutos de tercer cuarto.