Comenzamos aquí la nueva sección de CRONÓMETRO DEPORTIVO. Un repaso distinto, a cargo de Alejandro Rozada, para resumir de una forma distendida los aspectos más llamativos de cada jornada de la Liga BBVA. En nuestro particular burladero podréis encontrar cada semana los detalles más curiosos y peculiares de nuestro campeonato. A cubierto.
ALEJANDRO ROZADA (@alexrozada)
La Real enamora
Lo primero es lo primero. Aquí somos gente respetuosa y educada. La primera mención tiene que ir dirigida a los pioneros, los primeros en debutar en esta Liga. Nobleza obliga. Real Sociedad y Getafe… ¡Ay esa Real, qué pinta tiene! Un conjunto tan cautivador no se merece distinciones menores. Su fútbol enamora. ¿Quién decía que este equipo se iba a resentir por la marcha de Montanier? Solo hay que ver los dos golazos que marcaron Carlitos Vela, el «manito» que todo cuñado desea tener, y el suizo Haris Seferovic, el nuevo ídolo de Anoeta. Los firmaría el mismísimo Messi. Hablando de firmas: ya se nota la firma de Arrasate, un técnico elegante a la par que moderno. Europa se merece degustar a este equipazo en la Champions League. Ahora, deben seducir a los franceses del Lyon para que ellos también caigan rendidos en brazos de los nuevos conquistadores del fútbol español.
Gracias Willy
El valencianismo se ha unido en una unánime muestra de agradecimiento hacia el portero del Málaga: «Gracias Willy». Su salida a por uvas le regaló el gol al bueno de Ricardo Costa, que nunca la vio más gorda. Llevaba 4 goles en Liga, los 4 de cabeza, pero salió Caballero a su paso y se permitió estrenarse con el pie. No se le pueden restar méritos al defensa portugués. En la vida hay que estar preparado para todo, incluso para los regalos; y Costa ha demostrado que es un buen destinatario de los presentes. Djukic, hombre más desprendido y adusto, opta por aferrarse a la calidad de sus jugones de cabecera (Javi Fuego, Bernat, Viera, Fede y Banega). Cuestión de gustos. Para la batalla ya está preparado el soldado Helder Postiga, un marine del área.
El Barça pasó el rodillo
A los azulgrana parece que les picaron en su orgullo los sets ganados por un madridista como Rafa Nadal en Cincinnatti. Ya no se conforman con ganar siguiendo estrictos parámetros futbolísticos. Ahora también golean en términos cuasi tenísticos (7-0). Al descanso se fueron ganando 6-0. Ni Nadal. A ver si la llegada del Tata Martino implica un cambio de registro y los partidos empiezan a durar tres tiempos para estrechar lazos con el tenis, el deporte de moda. No. Mejor dejarlo así, en dos partes, como ahora. Y si en el segundo tiempo levantas el pie y solo marcas un gol para hacerle un siete al rival, casi mejor. Tampoco es plan ensañarse tan pronto. El portero del Levante, Keylor Navas, se sintió como el portero de Tahití, Roche, en la pasada Copa Confederaciones. Ni siquiera hizo falta que marcase Neymar. Se conformó con salir a lucir palmito.
Isco ejerció de santo
El refranero español, sabio y recurrente como él solo, surgió para definir veladas como la de anoche en el Bernabéu. Se volvió a demostrar la verosimilitud de que «para desvestir un santo hay que vestir otro», o sea, intentar arreglar una cosa a costa de estropear otra. Justo el día que a Íker Casillas le volvió a tocar chupar banquillo (y eso que Mourinho ya no sienta sus reales aposentos allí), Isco se autoerigió en el nuevo santo del madridismo. El malagueño resolvió de cabeza, a lo Zamorano, un partido muy complicado ante un Betis que se empeñó en aguarle la fiesta del debut a Ancelotti. El Madrid sumó los tres puntos y eso era lo primordial, pero Carletto tiene faena. Para empezar tuvo que dar la cara ante la «Yihad Casillista», a pesar de que Diego López sigue demostrando en cada partido que es un portero de cuerpo entero. Paciencia, Don Carlo.
Torero Diego Costa
Pónganse en pie para hablar de este delantero. Da igual que juegue en el Celta, Valladolid, Albacete, Rayo Vallecano, Sporting de Braga o Atlético de Madrid. Que tenga a su lado a Radamel Falcao, Diego Forlán, Kun Agüero, Eduardo Salvio o David Villa. Por Costa no pasan los años. Mantiene el mismo espíritu batallador e idéntico olfato de gol. Como los buenos delanteros, es toro en su rodeo y torazo en rodeo ajeno. Le marcó dos goles de difícil y bella factura al Sevilla en el Sánchez Pizjuan, un estadio que se le da bien porque ya había marcado allí en la última semifinal copera. A Ligas y a Copas. A todo le da este delantero hispano brasileño, camino de convertirse en la gran figura del Atleti. Olé por él.
Este Celta huele muy bien
Fresco, nuevo, atrevido. El nuevo Celta de Vigo suelta muy buen olor. A kilómetros de distancia se percibe el agradable aroma futbolístico que desprende un equipo innovador. Se nota la mano de Luis Enrique. El entrenador gijonés, curtido en mil batallas futbolísticas durante su etapa al frente de la Roma, lleva escrita en la mente la idea promulgada por el Fútbol Club Barcelona. Se nota que pasó tiempo haciendo méritos en el Barça B. Esa romántica apuesta por el fútbol de toque se percibió en el partido ante el Espanyol. Solo hay que ver el pase de Krohn Dehli hacia Alex López en la jugada del primer gol del encuentro. Cierto es que aún le tiemblan las costuras defensivas al cuadro vigués (se encargó de destaparlas el escurridizo Thievy) y eso le costó el empate ante el Espanyol, pero los amantes del buen fútbol deben hacer esta temporada una parada obligatoria en Balaídos.
LA FRASE
Casillas: «Por lo menos puedo jugar el Trofeo Bernabéu»
Eso, tú da ideas. En el Al-Sadd ya cruzan los dedos para volver a jugarlo el año que viene contigo de portero.