Simplemente no se puede ir a la guerra con cobardes, tampoco con vagos, y anoche los Lakers plantaron sobre la cancha una colección de jugadores que se movieron entre la desidia y la cobardía. Quisieron por un lado James (sobre todo), que firmó 40 puntos 13 rebotes 7 asistencias 3 robos 15 de 21 en tiros 6 de 9 en triples, decenas de broncas, decenas de correcciones sobre los errores de sus compañeros, y hasta un 2+1 para poner a su equipo por delante en el último minuto; y por el otro Davis y sus 28 puntos 12 rebotes 3 asistencias 3 robos y 3 tapones con 9 de 15 en tiros y 8 de 8 en tiros libres amén de un montón de contactos y defensas undersized pero agresivas; que los Lakers ganasen el anillo esta noche y con las camisetas de Kobe… pero (quizá salvando a Caldwell-Pope) se empeñaron todos los demás en tirar la final. Ni un triste tercio de sus lanzamientos anotó el resto del equipo, y eso no es ni mínimamente tolerable, hablamos de jugadores que viven alrededor de la atención y ayudas que sufren las dos estrellas anteriores; inexplicable, el colofón, un tiro absolutamente solo de Green para cerrar la final que se quedó corto por kilómetros. Miami es un equipo que está al límite y juega como si lo estuviese. Los que tienen que correr y tirar lo hacen todo el tiempo, y cuando hay que tomar decisiones dejan que lo hagan sus jugadores mas veteranos, o los que mejor están jugando. Al partidazo habitual de Butler hay que sumar a un Duncan Robinson que apareció de nuevo en la final y lleva 43 puntos en los dos últimos partidos. Se están acostumbrando los Lakers a ganar jugando peor, a ganar abrazados a sus estrellas y eso no respeta la final, no merece el anillo y no honra a Kobe.

Miami Heat (2) 111-108 (3) Los Ángeles Lakers.
El partido comenzó precioso, Miami jugó los primeros minutos de manera excelente, con una enorme circulación de balón, superando continuamente buenas defensas de Lakers. Sin embargo el partido continuaba igualado y tras dos mates de Davis llegamos al primer tiempo muerto con la sensación de que Heat tiene que hacer más, para lograr los mismo. Tras anotar los cuatro primeros tiros, la defensa de Lakers ha terminado haciendo daño, en el otro lado, James encuentra soluciones para casi todo, y para el resto Davis. De primeras la salida de los suplentes permitió a Miami dar la vuelta al marcador de la mano de Nunn e Iguodala, KCP ya sumaba 1 de 6 en tiros. Los fallos fueron llegando hacia el final del primer cuarto, Butler llevaba ya 8 puntos y 4 asistencias con un solo fallo, Robinson sorprendía con 8 puntos y 3 rebotes, y Davis estaba en el suelo agarrándose el tobillo en el suelo… alerta, no es la primera vez. 25 a 24 para Miami. Con los minutos se van cayendo jugadores de Lakers del partido, Morris no está concentrado, Caruso entra frío, Rondo no está a tono, Kuzma hace honor a aquellos que piden que se le retire el anillo en caso de ganarlo…. Miami se va 36 a 27 arriba (11 a 3 de salida) y Nunn ya suma 9 puntos. Miami domina en este punto el rebote 11 a 9. LeBron asume toda la responsabilidad del encuentro, primero un rebote de ataque, después tres triples para poner a Lakers a 6; momento crítico para Lakers. Los Heat se están cerrando sobre Davis y los tiradores de Lakers no aciertan, pero les basta meterse en el partido en defensa para colocar un 8-0 y ponerse 50 a 47. Miami corrige pero los Lakers ya están en el partido. Davis ha vuelto y a anotado de tres y en mate, lleva 13 y 7 rebotes; pero esto es un duelo entre dos hombres: Butler termina con 22 puntos 6 rebotes 6 asistencias 3 robos y 7 tiros libres; enfrente James lleva 21 puntos 4 rebotes y 3 asistencias con 9 de 11 en tiros. La primera mitad del tercer cuarto se pasa en un suspiro, los triples de nuevo están salvando a los Lakers, que han conseguido empatar. Quedan 18 minutos y medio y Butler lleva casi un triple doble. El partido está entre romperse a favor de Miami y cambiar de manos. Kuzma se hace entonces con el partido, primero concede un 3+1 infantil y luego se come un bloquea facilitando al canasta. Acumula un -12 en cancha y Miami se va 88 a 82 hacia el último cuarto. Tres minutos sin anotar de Miami rompen con sus mejores minutos de la final, James y Davis comienzan a utilizar el músculo y llega el triple importante de un Pope que ha corregido su actuación. El final del partido es un cara o cruz entre Butler haciendo daño a Morris y James haciendo daño a todos. La jugada decisiva de cada equipo termina de manera previsible, Butler se cobra la enésima falta personal y el balón de los Lakers se malgasta en cuanto sale de las manos de James o Davis.
El dato: Davis y James 24 de 36 en tiros; el resto 14 de 46…
La clave: …y llegó el hundimiento de los suplentes de los Lakers. Por encima de sus posibilidades o no, los suplentes echaron por tierra cualquier posibilidad humanamente probable de que los Lakers ganasen el encuentro. La serie de errores en defensa, en tiros liberados etc fue un atentado al baloncesto. Miami fue infinitamente mejor, pero entre Davis y James solo, casi ganaron el encuentro.
MVP. Jimmy Butler. 47 minutos: 35 puntos, 11 de 19 en tiros, 12 de 12 en tiros libres (en esta final es literalmente intocable, es hábil forzando faltas y los árbitros están penalizando furiosamente a los defensores), súmenle 12 rebotes, 11 asistencias, 5 robos de balón y 1 tapón. Otro partido monstruoso haciendo una lectura de juego magistral.