Seguramente el mejor partido de la serie. No fue especialmente brillante ni nos dejó grandes jugadas icónicas, pero ambos equipos jugaron con mucha dureza mental y solidez. Las defensas estuvieron muy por encima de los ataques y se notó en el marcador final, pero si se anotaron pocos puntos para el estándar actual de la liga; fue mas por virtud de esas defensas, que por malos ataques. James se ha erigido ya en el líder absoluto de Lakers para esta final, y Davis permanece a un lado en un papel discutible cuanto menos. Sin embargo anoche fue determinante con dos tapones claves y el triple que sentenció el choque. Su clase tremenda y su capacidad para defender a cualquier jugador, pueden haber ayudado a decantar tanto esta final, como la aparición postrera de Kentavious Caldwell-Pope, un antihéroe que suele desesperar a propios y extraños pero que a veces tiene la capacidad de ser decisivo. A los Heat no les basta con la vuelta de Adebayo, que por otra parte parece un par de peldaños por debajo de su versión sana.

Los Ángeles Lakers (3) 102-96 (1) Miami Heat.
Durante los 8 primero minutos del partido, ningún equipo consiguió una diferencia superior a lo que se puede lograr en un ataque normal. Lakers conseguía mantenerse por delante en el marcador en un partido que se le estaba poniendo feo. 19 a 14, 21 a 16 y hasta una máxima de 27 a 20. Adebayo había vuelto pero estaba frío (7 minutos, 2 puntos y 2 faltas), Davis había evitado las faltas, pero no entraba lo suficiente en juego (12 minutos, todos, pero 4 puntos 3 rebotes y 2 asistencias). Así y todo, Jimmy Butler había sostenido a los Heat con 11 puntos sin fallo, prorrogando su estado de gracia ante la defensa atenta de Davis, y KCP había comenzado con 10 puntos en el primer cuarto. Buena imagen de Miami pero 11 de 18 en tiros para Lakers, agarrados al 4 de 5 en triples. Del 27 a 22 del final del primer cuarto al 27 a 28 pasaron 53 segundos. La buena salida desde el banco de Nunn y un 11 a 1 en tiros libres lanzados permitía a los Heat dar la vuelta al marcador y aguantar por delante hasta 4 minutos del final de la primera parte. El tiempo acabaría con una máxima de 7 para Lakers y 5 para Heat. Los Lakers ganaban 49 a 47 pero con unos Davis (8 puntos 6 rebotes y 3 asistencias) y James (8 puntos 3 rebotes y 4 asistencias, con 5 pérdidas) grises. Danny Green con 8, Caldwell-Pope con 10 o Caruso con 7 habían dado lo justo para que Lakers fuesen esos dos puntos por delante. Lakers estaban en 7 de 16 en triples por el 4 de 15 del rival. Herro-Crowder-Robinson se combinaban para 1 de 9 en triples. Todo este atasco siempre con el matiz de que ambos equipos estaban desplegando unas defensas tremendas. El trabajo de James sobre Adebayo con Davis sobre Butler estaba saliendo medio bien, Adebayo llevaba 9 y 4 rebotes y Butler 13 con dos fallos apenas, pero el equipo entero estaba en 47 puntos, es decir, las dos estrellas de los Heat habían visto aro como en un buen día, pero no habían conseguido que sus compañeros rindiesen en la misma línea. El trabajo de los exteriores de Lakers sobre Robinson y Herro, tremendo. Los Lakers volvieron a salir mal al campo tras el descanso, 5 a 0 rápido y Miami otra vez por delante, había jugadas de Lakers en las que se limitaban a pasarse el balón sin generar peligro y pases sencillos que se perdían o eran deflectados. Miami seguía viviendo del tiro libre en un partido en el que el arbitraje les sentó mejor que a sus amilanados rivales, +6 sólo en tiros libres en el periodo, mientras Davis y James anotaban 9 por cabeza para mantener a su equipo por delante los últimos 8 minutos del cuarto. El partido ya se había convertido en una batalla y detalles como el 0 de 5 en tiros de Butler en este cuarto, hablaban de dónde estaba el foco. Adebayo le estaba dando en puntos y rebotes lo mismo en sus 10 minutos que Olynyk en sus 4, pero permitía a los Heat aguantar en el rebote. Markieff Morris anotaba un triple y tres tiros libres que desatascaban minutos muy malos de los Lakers en ataque, Herro se libraba de la defensa asfixiante de Caruso para anotar dos canastas al poco de estrenar el último cuarto, que de nuevo Miami empieza mejor hasta que Jimmy Butler empata el partido a 6:27 del final. James se hará a partir de ese momento con el balón, que sólo soltará en momento puntuales. Davis pasa a ser una segunda o tercera opción para que el alero percuta contra la zona; el resultado es que James falla los 3 triples que intentan pero desde el resto de las posiciones suma 11 puntos sin fallo (7 de 7 en tiros libres). Los Lakers fueron más Lakers en ese cuarto definitivo. Aunque Butler (6 puntos y 5 asistencias) y Herro (12, casi todos cuando Caruso deja de perseguirle) le dan una última oportunidad a su equipo, 4 rebotes de ataque, la defensa e intimidación de Davis en defensa, y de James en el rebote (5 en el último cuarto) y una aparición estelar de Caldwell-Pope al final del partido, sentenciarían el encuentro. Un triple esquinado y una valiente penetración del escolta, claves. Duncan Robinson terminó con 17 puntos y 3 de 6 en triples; Herro con 21 puntos y 7 rebotes; Adebayo con 15 y 7; y Butler con 22 puntos 10 rebotes y 8 asistencias; pero Crowder (limitado a defender a James y aportar muy poco en ataque), Iggy (3), Olynyk (4) y Nunn (2 de 11) no estaban a la altura del encuentro, se le quedó corta la rotación a los Heat. El 27 a 13 a favor del banquillo de Lakers, determinante. Caldwell-Pope terminó con 15 puntos y 5 asistencias, jugadas siempre valiosísimas que permitieron a su equipo aguantar al inicio y matar al final; como encima Rondo no estuvo fino en los tiros, resultó aún más determinante. James y Davis firmaron los mejores números de su equipo y fueron los más determinantes del partido, por momentos no dieron los mejor de sí en ataque, y les costó encontrar la manera de herir al rival, pero se agarraron a un trabajo defensivo excelente para ganar un partido clave.
El dato: Davis puso 4 tapones tras no colocar ninguno en 73 minutos jugados en los dos partidos anteriores. Jimmy Butler está promediando 27,5 puntos 7,8 rebotes y 10 asistencias, a la vez que lanza un 55% en tiros de campo. Es el mejor jugador de esta final.
La clave: Rebotes de ataque en el último cuarto, los triples en los tres anteriores, la defensa en general, trabajando bien sobre los tiradores de los Heat a la vez que no descuidaban a Butler o Adebayo. 34 puntos de Davis y James en la segunda parte.
MVP. LeBron terminó con 28 puntos (8 de 16 en tiros y 10 de 12 en libres) además de coger 12 rebotes y dar 8 asistencias. En la segunda mitad se fue a 20 puntos y 9 rebotes, al nivel de sus mejores días al tiempo que dejaba a Adebayo en 6 puntos y 3 rebotes. Pero el premio llega sólo si le sumamos a Anthony Davis. Tampoco fue un día top de su carrera, pero terminó con 22 puntos, 9 rebotes, 4 asistencias y sobre todo 4 tapones y muy buena defensa sobre Butler y en los cambios. La capacidad de James y Davis para saltar en los bloqueos y defender con garantías a cualquier jugador de Miami fue la clave del partido; tan sólo renunciaban a perseguir a los tiradores de los Heat, apra eso estaban Rondo, Caruso, KCP… son los dos jugadores que se postulan a MVP de estas finales, con James por delante merced a 27,8 puntos 11 rebotes y 8,5 asistencias. Montruosos.