Un hat-trick de Messi, el cuarto del argentino en la Liga de Campeones, y tres paradones de Valdés, que incluso detuvo un penalti, marcan el estreno del Barcelona (4-0) en la Champions ante el Ajax
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Son los indiscutibles líderes del Fútbol Club Barcelona. Donde no está uno, está el otro. Si uno marca, el otro para. Adonde no llega el goleador, llega el parador. Delantero y portero, así de simple. A falta de mayor consistencia en la medular, el Barcelona se aferra a su indiscutible estrella y al mejor guardameta de su larga historia. Fue una victoria con más autoridad que juego, fiada en exceso al abrumador liderazgo de Lionel Messi y Víctor Valdés. Messi respondió con un hat-trick al de Cristiano Ronaldo en la noche anterior contra el Galatasaray. El portero sigue dejando en evidencia a aquellos que creen que todavía no se merece la titularidad en la selección española. Uno vive en una plenitud permanente y el otro vuela sin motor bajo los palos en su máximo esplendor como futbolista.
Los árboles de los goles y los paradones no deben ocultar el estado del bosque del juego azulgrana. Se le empezaron a ver los agujeros en la Supercopa, incluso en algunos partidos de la pretemporada, y se descubrieron en Liga. La Champions no iba a ser una excepción. Y desde que comenzó el partido contra el Ajax se comprobó que la máquina no está engrasada de la misma manera. No es que ruede mal pero el fútbol del Barça ya no desprende ese silbido prodigioso de antaño. Aún así, la caja de resonancia de la maquinaria que ahora engrasa no sin esfuerzo ´Tata´ Martino, sigue siendo muy potente, aunque no esté Xavi como sucedió anoche. De ello se encargan dos artistas como Iniesta y Fábregas. Pero si alguien marca la potencia, ese es Messi. Inapelable su zurdazo de falta para inaugurar el marcador en la primera parte. Ahí comenzó a interpretar el argentino su enésimo recital goleador.
Los tres goles de Cristiano Ronaldo ante el Galatasaray hacían presagiar una potente réplica goleadora de Leo Messi, y así fue. La Pulga culminó su festín en la segunda parte con otros dos goles para firmar su cuarto hat-trick en la Champions y situarse, con sus 72 goles, a solo nueve tantos del récord en esta competición, todavía en posesión de Raúl. Entre gol y gol del argentino hizo un cameo goleador un actor defensivo de lujo como Piqué, que cabeceó a bocajarro una magistral asistencia de primeras de Neymar a la salida de un gilicórner, para firmar el tercero. Del segundo, con una jugada individual, y el cuarto, demostrando que puede marcar cómo y cuándo quiera, se encargó Messi. El indiscutible protagonismo durante los últimos minutos del encuentro recayó en Víctor Valdés. Primero le paró un penalti a Sigthorsson a pesar de que el nueve del Ajax ajustó bien su lanzamiento a la derecha del guardameta, que replicó con una estirada monumental; después voló para sacar un disparo de Bojan a quemarropa y, para ponerle el broche a una nueva actuación estelar, se lució con una palomita a mano cambiada ante un chut potente, lejano y bien colocado de Boilesen. Se gane, se pierda o se empate, Valdés siempre resulta decisivo y los culés se hacen cruces al pensar qué pasará cuando su ángel salvador no esté bajo su portería.