Ya tenemos en nuestro poder La Décima… exactamente, la décima entrega de nuestro particular repaso a la jornada liguera. Este fin de semana disfrutamos de la décima de Liga y nos permitirán que empapelemos nuestro burladero con los retazos que nos dejó el clásico disputado el pasado sábado. Vamos a rescatar las pinceladas más sabrosas del Barça-Madrid antes de que nos pille el toro de la undécima, que empieza este mismo martes.
Alejandro Rozada (@alexrozada)
El burladero del clásico I
Manolo Escobar ha muerto, no eres nadie si no tuiteas una canción de Lou Reed y Obama nos espía. Parecía un escenario propicio para que Bale se reivindicara en el clásico pero nada, que no hay manera con este chico. Poco a poco incluso se le empieza a ver algún parecido con algunos pufos ilustres de nuestro fútbol. El debate ahora radica en si será un Woodgate o un Prosinecki. Por la relación lesiones-precio y su nacionalidad, está más cerca del defensa de los 22 millones de euros, y eso que el bueno de Gareth costó más del triple, en concreto: unos cien milloncejos de nada.
El burladero del clásico II
Se puso flamenco Sergio Ramos en El Hormiguero (no confundir con nuestro burladero), cogió la guitarra y se arrancó por bulerías para deleite y disfrute de su parienta, Pilar Rubio. Ahí empezó y acabó el recital del defensa sevillano, que desafinó en el Camp Nou. Entre su facilidad para soltar mandobles a diestro y siniestro y su pérdida de identidad en la medular, la solución salomónica inventada por Carletto, Ramos dio la nota ante el Barcelona y casi debió irse dando palmas cuando lo cambió Ancelotti porque llevaba a cuestas una amarilla anaranjada casi virando a roja.
El burladero del clásico III
Psicólogos sin Fronteras tiene un filón en los árbitros. Pase lo que pase en el campo, siempre hay damnificados. La polémica arbitral ya forma parte de la idiosincrasia de los clásicos. Los afectados proceden sobre todo del bando del Real Madrid y se quejan de que no se pitó penalti por mano de Adriano y el derribo de Mascherano sobre Ronaldo. Pero las quejas arbitrales nunca vienen solas y los lamentos también proceden de la Ciudad Condal: el pisotón de Pepe a Fábregas en el área blanca, las agresiones de Ramos, los agarrones de Carvajal a Neymar… El caso es que todos han acabado atacados de los nervios y desesperados por la actuación de Undiano. Lo de siempre. Para todos, terapia de choque con Sánchez Arminio. Y que sea lo que Dios quiera.
El burladero del clásico IV
Leo Messi no está en crisis ni por culpa de Neymar, ni por culpa de Hacienda, ni siquiera está pensando en el próximo Mundial. Podemos confirmar que el motivo de los desvelos de Messi se llama Thiago, tiene apenas un año y es un elemento de cuidado. Normal que su padre se pasara el clásico en blanco y solo creara una ocasión que se marchó desviada, lejos del marco de Diego López. Pero no se preocupen: Lionel recuperará su mejor fútbol en cuanto se le pase el calentón paternal con su chaval. Y cuando menos se lo esperen ahí lo tendrán otra vez, pulgares arriba, celebrando goles a pares. No es que el tiqui-taca del Barça le siente mal; lo que molesta a Papá Messi es el modesto jode-jode con el que juega Thiaguito sin prisa pero sin pausa.
El burladero del clásico V
Forzado por el rendimiento del equipo y la división latente del madridismo, Florentino Pérez solicitará en nombre del Real Madrid su inscripción en la Premier League y su asociación con el Chelsea, club hermano y villano. El equipo resultante se llamará Cheldrid FC y lo entrenará, cómo no, Jose Mourinho, su portero será Petr Cechillas y marcará los goles Fernando Morata. La mascota será Arbeloa y Sara Carbonero llevará los pompones. La filosofía de este equipo será jugar muy, muy, muy, muy, muy, muy bien, como le gusta repetir a Mou hasta la extenuación, y jugará sus partidos en el flamante Bernabeu Bridge. Sáquense el abono si se atreven.
El burladero del clásico VI
Mientras el mundo se estruja los sesos para saber si salimos o no de la crisis, Alexis Sánchez coge el balón y se empeña en demostrar lo «jugadoraso» que es. Le metió un golazo a Diego López que el portero del Madrid todavía se está preguntando por dónde le entró. Alexis está empeñado en volver a ser el del Udinese y en Can Barça lo celebran como si de un brote verde se tratara. En realidad lo es. A este paso, Del Bosque se terminará lamentando de que este futbolista ya sea internacional absolutísimo con Chile y no poder hacernos un Diego Costa a la salud de sus goles.
EL SACAPUNTAS
Ramos: «Hay cosas con las que no se puede luchar»
Cualquiera lo diría viendote en el campo