Entre tantas loas y alabanzas dedicadas al flamante Balón de Oro de este año, aquí estamos nosotros dispuestos a ocuparnos de lo que nos toca, el repaso semanal a la decimonovena de Liga. Nos haremos un Umbral porque aquí hemos venido a hablar de nuestro libro particular, que todavía resuenan con fuerza los ecos de una jornada apasionante que deparó mucha emoción, buenos goles y resultados muy interesantes para los de arriba, para los de abajo y para los del medio.
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Cuatro estocadas y la vuelta al ruedo
Comparecía el Granada en Los Cármenes con la imperiosa necesidad de desquitarse. Después de la debacle en Almería, el equipo necesitaba completar una buena faena para resarcirse. ¡Y vaya si se resarció! Le endosó cuatro estocadas de pronóstico reservado a un manso Valladolid que se queda muy tocado tras esta cogida granadina. Desde que Murillo se lució para abrir la lata pucelana con un gran remate de chilena, los de Alcaraz se sintieron a gusto con el traje de luces y consiguieron salir por la puerta grande para dar la vuelta al ruedo de la Liga. Ya están asentados en la zona tranquila de la clasificación y tienen mimbres para afrontar con tranquilidad lo que queda de feria. En ello tiene mucho que ver un tal Recio que, sin ser actor, es un artista de primer nivel; no hay más que ver su doblete del viernes.
Mikel ‘capocannonieri’ Rico
No es un goleador al uso, aunque su juego y sus goles lo delaten. No es Gaizka Toquero, aunque por su físico lo parezca. No es el delantero del Athletic de Bilbao, aunque sus cinco goles en esta Liga le convierten en el pichichi de los leones. Es Mikel Rico, un mediocentro fichado del Granada este verano y al que le bastó la primera vuelta del campeonato para convertirse en un elemento imprescindible dentro del esquema de Valverde. Al Athletic se le ha aparecido un inesperado ‘capocannonieri’. Ante el Almería volvió a dejar su impronta goleadora para abrir la goleada demostrando, por enésima vez, que es un todoterreno de lujo entregado en cuerpo, alma y goles a la causa de convertir a su equipo en el mejor de la Liga de los ‘normales’ inmediatamente detrás de los galácticos de Barça, Atleti y Real Madrid.
Un Balón para Arda
De momento no nos precipitaremos en reclamar un Balón de Oro para el turco del Atlético de Madrid, pero no descartamos hacerlo a medio plazo. Porque Arda Turan se lo está ganando. Contra el Barcelona volvió a dar un recital de controles, pases, remates y conducciones eléctricas. Basta con ver la jugada vertiginosa que protagonizó desde el costado derecho, desbordando a Cesc Fábregas y Jordi Alba hasta llegar a la línea de fondo desde donde puso un balón en el corazón del área que Piqué casi se introduce en su portería; o la imparable arrancada desde la separadora de ambos terrenos de juego, rompiéndole la cintura a todo un Sergio Busquets, hasta servir una media asistencia a Diego Costa que el brasileño cruzó demasiado. Fue tal el partidazo de Arda que Messi se llevó su camiseta al final. Desde aqui pedimos un Balón específico para un jugador diferente que se ha metido al Vicente Calderón en el bolsillo.
El valor de Martino
Acaparó todos los focos en los instantes previos al partido del Calderón. Su decisión de dejar en el banquillo a Leo Messi y Neymar desvió todas las miradas hacia el banquillo del Barcelona. Muchos elogiaron a El Tata halagando que los tiene bien puestos por sentar a sus dos estrellas en tan decisiva cita. Nada más lejos de la realidad. El argentino acaba de salir de una lesión y su meteórica aparición copera se enmarcó en la media hora escasa que estuvo sobre el terreno de juego, y el brasileño apenas ha jugado desde el parón navideño por una gastroenteritis. Así que no nos engañemos porque la decisión de Martino no es ninguna locura, más bien es lógica y conservadora para no correr riesgos. Su talante reservón se explica con el cambio que introdujo en el minuto 82, con empate a cero, cuando entró un mediocentro, Sergi Roberto, por un punta, Pedro. Así que menos lobos, Martino. Si tuvieras lo que hay que tener, los habrías dejado todo el partido en el banquillo y no los habrías sacado para que te resolvieran la papeleta.
Fallos de oro
De cañón de Navarone a escopeta de feria. A Cristiano le traicionó la puntería en Cornellá. Falló un rosario de ocasiones, algunas por méritos de Casilla y otras por deméritos propios; es el caso de la que tuvo en el segundo tiempo, a puerta vacía, y se marchó fuera porque se gustó cruzando en exceso su disparo. Se le mojó la pólvora al flamante Balón de Oro que, por encima de premios y lágrimas doradas, es humano. Y como buen ser humano que es, damos por descontado que esta semana trabajará como un jornalero para seguir goleando y haciendo méritos con la vista puesta en revalidar su galardón el próximo año por estas fechas, suponiendo que Messi se lo volverá a permitir y la FIFA seguirá mezclando las churras con las merinas en sus concesiones, por supuesto.
La desesperación del Betis
Se sigue desangrando el Betis. Parece no tener fin la decadencia del conjunto sevillano, que este domingo volvió a hincar la rodilla ante el Osasuna. Rabia, frustración, impotencia… Son los sentimientos que recorren en estos momentos a todos los béticos, que contemplan con dolor la sangría de un equipo estancado en el descenso. Todo son palos en las ruedas para la travesía de los hombres de Juan Carlos Garrido, que incluso fallaron un penalti a falta de diez minutos porque Rubén Castro estrelló el lanzamiento en el travesaño después de que Jordi Figueras se metiera un autogol. Golpes y más golpes para una afición que no se merece asistir a la estrepitosa andadura del sorprendente colista, al que ya separan 7 puntos de la salvación.
EL SACAPUNTAS
Emery: “Queríamos ganar, pero no lo hemos merecido“
Grande Unai. La autocrítica siempre se agradece.