@vyktor1986
El derby de la Comunidad Valenciana empezaba con dos onces iniciales basados en el deseo de ambos entrenadores de tener el control del centro del campo. Fran Escribá juntó a Javi Márquez, Carlos Sánchez y Rivera, dejando de nuevo a Coro en el banquillo, siendo Boakye el punta del equipo local.
El comienzo del partido se decantó, claramente, del lado visitante. El Valencia llevaba las riendas del encuentro, mientras que el Elche esperaba que llegara su momento. En varias ocasiones se rozó el 0-1. En una de ellas, Ricardo Costa estrelló el balón en el larguero desde el área pequeña tras un balón peinado por Jonás.
Los minutos pasaban y las ocasiones seguían sucediéndose de lado visitante. Fede con un disparo cruzado, Mathieu con un cabezazo que salió por encima del larguero y Pabón cuyo remate fue despejado por Damián Suárez sobre la línea,siguieron rondado el tanto que adelantara a su equipo sin conseguirlo.
Poco a poco los locales fueron sacudiéndose el dominio y sacar al Valencia del guion que hasta esos momentos estaba llevando el encuentro. Esto último fue protagonizado por el pique constante entre Damián Suárez y Jonás. De hecho, la última ocasión de la primera parte fue la más clara para el Elche en este período. Un magnifico pase de tiralíneas de Rivera fue rematado por Fidel mansamente a las manos de Diego Alves. Así terminaba una primera parte, que reflejó un claro dominio ché, pero mostró también que el Elche no había sacado todas sus cartas.
La segunda mitad comenzó con un período de tanteo por ambos equipos. El punto de inflexión fue el cambio de Coro por Stevanovic, que provocó un clamor de todo el estadio a favor de su delantero. De hecho, a los dos minutos del cambio un gran centro de Edú Albácar, que volvía tras su lesión, fue rematado por Fidel y el balón entró pegado al poste.
Al contrario de lo que se podía pensar, el gol local consiguió despertar al Valencia y a partir de ese momento, encerró de nuevo a los ilicitanos en su campo a base de empuje y ocasiones. Primero fueron Postiga y Jonás, cuyos remates fueron atajados por Manu Herrera, que no pudo hacer nada ante el doble remate de Bernat, tras un gran centro desde la derecha de Barragán. Tras el empate, Fran Escribá no se lo pensó dos veces y dio la alternativa al goleador del filial Cristian Herrera, que no desperdició la oportunidad. En diez minutos, tuvo un remate que salió rozando el palo y otro que acabó dentro de las mallas, tras un gran pase de Coro. Este gol finiquitó el partido y dio a la afición del Martínez Valero un nuevo ídolo en la figura de Cristian Herrera.
El 2-1 final demostró una falta de acierto alarmante en el Valencia y el dominio táctico y defensivo que tiene Fran Escribá de su equipo.