Por Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
El francés Geniez remata una larguísima fuga el día en que los favoritos de la general desperdiciaron 5 colosos pirenaícos y llegaron a meta juntitos, justos de fuerzas y atacándose levemente al final en Peyragudes
La dantesca etapa de ayer de la Vuelta a España, en el que el frío y la lluvia convirtieron en un infierno las bajadas que ocasionaron hasta 17 abandonos, casi todos por hipotermia, entre los que se encontraban ciclistas tan relevantes como Basso (Cannondale), Luis León Sánchez (Belkin), Zubeldia (RadioShack), Kreuziger (SaxoTinkoff) o Gerrans (Orica), hacía presagiar un desrtozo mayor para la decimoquinta y etapa reina de la ronda espñaola, pero quitando de nuevo el abandono de ganadores de etapa como Gilbert (BMC), Tony Martin (Omega) o Stybar (Omega), los grandes puertos que se habían de pasar en los más de 200 kilómetros fueron un continuo ninguneo a la lucha de los grande sfavoritos, que lo fiaron todo a la subida final y no se despegaron en ningún momento. Se esperaba mucho más de hoy pero por lo vivido ayer, quizás lo de hoy supo a tan poco. Quien se se ganó toda la gloria del mundo y el mayor reconocimeinto posible fue un joven francés, un tal Alexandre Geniez (FDJ), que culminó una impresionante fuga de más de 6 horas de intensa carrera y en un calco del día anterior, logró una amplia renta junto a sus compañeros de fuga y fue el más fuerte de todos aguantando en la subida final los arreones finales del grupo de favoritos, entre los que únicamente el irlandés Roche (SaxoTinkoff) lo intentó desde lejos, desde el penúltimo puerto, en un ataque de equipo pero que tanta valentía solo le reportó una veintena de segundos que atestiguan que su hundimiento del día anterior bien pudo deberse a las inclemencias meteorológicas.Con cada día que pasa los que demuestran una suficiencia más apabullante son todo el Astaná kazajo, que han venido en serio a por la carrera, y su líder Vincenzo, que aunque no consiga dejar de rueda a sus rivales con tanta autoridad como hiciera en el Giro, es capaz de ganar el sprint por el cuarto puesto a Valverde (Movistar), lo que deja claro su alto nivel de forma.
La jornada amenació mucho más plácida que el día anterior y los ciclistas agradecieron la ausencia de frío y lluvia, aunque tampoco es que el sol y las altas temperaturas volvieran a dejarse notar abrumadoramente. Los largos puertos que quedaban por subir, como el Cantó, el Bonaigua o el Balés no intimidaron al Euskaltel, que quiso poner un alto ritmo en el pelotón para evitar fugas pero que no lo consiguió en esos compases iniciales hasta que el Vacansoleil se puso al mando del grupo. Pero hacia el kilómetro 30 de carrera se formaría una numerosa fuga de 28 ciclistas que contaba con la representación de todos los equipos de la Vuelta, a excepción del Garmin americano y del líder Astaná kazajo, en su habitual política de rodar juntos en torno al maillot rojo. La fuga contenía ciclistas de la talla de los italianos Caruso (Katüsha), Cataldo (Sky) y Scarponi (Lampre), del ucarnio Popovych (RadioShack), del polaco Majka (SaxoTinkoff), de un ganador reciente como el galo Barguil (Argos), del colombiano Henao (Sky) en su intento de redimir una penosa carrera y los españoles Garate (Belkin), Arroyo (Caja Rural), Flecha (Vacansoleil) o Herrada (Movistar), entre otros, pero el peso lo marcaban los Euskaltel que eran mayoría entre los fugados, con Verdugo, Landa y Nieve, extramotivados ante la afición vasca que volvió a inundar las cunetas de los Pirineos todo el fin de semana. En esta ocasión el Astaná no iba a contar con la ayuda de ningún equipo al mando del pelotón y hubo de desgatarse más de la cuenta en no dejar que la diferencia de los fugados se disparase, por mucho que el liderato no corriese peligro alguno. La ascensión al Bonaigua marcó el final de la colaboración de los casi 30 fugados y comenzaron los ataques. Según la carrera se adentraba en territorio francés seis eran los ciclistas que decidieron ir hacia delante y de entre ellos saldría el ganador final, un Geniez (FDJ) que demostró una astucia letal para descolgar al último que aguantó su ritmo, el portugués Cardoso (Caja Rural), y solamente Scarponi (Lampre) se le acercó algo en la subida final del Peyresourde con continuación en Peyragudes tas una breve baja de apenas 2 kilómetros.
Antes, en el Balés el SaxoTinkoff apostó a ganador e impuso un alto ritmo en el pleotón durante un kilómetro previo al ataque de Roche (SaxoTinkoff), que con dos compañeros descolgados de la fuga en dos fases distintas, primero con el suizo Zaugg (SaxoTinkoff) y después con el polaco Majka (SaxoTinkoff), intentó abir un hueco a la heroica desde lejos pero su intentona solo le reportó el tercer puesto de la etapa, muy seguido por todos los favoritos que llegaron juntos a meta tras varios movimientos tímidos de Horner (RadioShack) o ‘Purito’ (Katüsha) que Valverde (Movistar) aguantaba impertérrito y que Nibali (Astaná) fue capaz de solventar solo ya desde 11 kilómetros a meta, porque Fulgsang (Astaná) y Kangert (Astaná) ya habían hecho previamente todo su trabajo. El tercer asalto pirenáico se disputará mañana lunes en una jornada corta, de 147 kilómetros entre Graus y Formigal, una estación de esquí con final en alto con rampas del 9% y en donde desembocarán los ciclistas tras muchos sube y bajas con dos puertos anteriores, que si bien no tienen la entidad de los ascendidos los días previos, pueden hacer acusar todo el desgaste acumulado en dos largas semanas de Vuelta. Con la jornada de descnaso próxima y con solo tres balas más por delante (Peña Cabarga, el Naranco y el temible Anglirú), no parece una jornada que asuste al Astaná kazajo pero si las fuerzas acompañan y la estrategia de equipor prevalece las emboscadas pueden estar ala orden del día. ¡¡¡Lo que hace falta es valentía y ganas de atacar al maillot rojo, que sino se le está otrogando la victoria en bandeja de oro al italiano!!!
Un Comentario
Jose
ha sido una verdadera pena que los líderes, casi sin gregarios, no se hayan dado algún palo en Balès. Y el público. Poquísimo.