El recorrido. Homenaje al Glandon/Croix de Fer
Dejando al margen el paseo por París, quedan 4 etapas en los Alpes con terreno más que suficiente para plantar batalla y dar un vuelco significativo en la lucha por el amarillo. En general serán etapas cortas -el sábado se llegará a Alpe D’Huez con tan solo 110 km en las piernas-, donde uno de los colosos alpinos tendrá protagonismo especial. Hablamos del Glandon (Croix de Fer cuando el ascenso se prolonga 3 km más en dirección a Saint-Sorlin-D’Arves) que se ascenderá hasta en 3 ocasiones, eso sí por diferentes vertientes. Tres finales en alto: Pra Loup mañana miércoles, La Toussuire el viernes, y Alpe D´Huez el sábado, que con sus 21 curvas dictará la sentencia final de este Tour. Si importantes serán los ascensos, atacar de lejos y aprovechar los largos descensos de los puertos alpinos puede ser clave para tratar de desbancar a Chris Froome. Los cortos kilometrajes pueden ser un aliado de los ataques lejanos, aunque también dificultarán grandes desfallecimientos a menos que la batalla se plantée sin cuartel durante las 4 etapas.
Chris Froome y los hombres de negro
Existe consenso dentro del pelotón que si el keniata no «revienta» dificilmente podrá ser desbancado de la posición de privilegio en la que llega a los Alpes. Si alcanza el último puerto del día con el resto de favoritos, salvo sorpresa mayúscula, habrá salvado el día. Su potenciómetro se pondrá en marcha, y en el peor de los casos jugará a minimizar pérdidas, sabedor de que si se mueve en el entorno de los 5,8 vatios/kg no habrá diferencias. Más dudas se pueden generar si se queda sin lugartenientes lejos de meta -esto sólo sucederá ante un ataque de verdad de alguno de los capos- y se ve obligado a tomar decisiones que no le aparezcan en la pantalla de su computadora. Para la esperanza queda también el final del Tour de 2013, donde a las exhibiciones de los primeros días de montaña, le siguieron en los Alpes actuaciones bastante más discretas. Es innegable que se presentó en la salida de Utretch en un magnífico estado de forma y está por ver si es capaz de mantenerlo hasta el último día en este Tour que ya ha sido calificado por muchos como uno de los más exigentes de los últimos tiempos.La alternativa tranquila
Por potencial de la escuadra, por momento de forma de sus líderes y por la posición que éstos ocupan en la clasificación general, la mayor amenaza para Chris Froome en lo que resta debería proceder de Movistar, único equipo español en carrera. Tener dos cartas que jugar -hablamos seguramente de los dos corredores más en forma de la carrera hasta ahora obviando a Froome– debería ser sinónimo de espectáculo en lo que queda. Ahora bien, es bastante dudoso que estén por la labor de realizar movimientos arriesgados que aunque pudieran dar la gloria suprema a Nairo o a Valverde, lo más probable es que sacaran a uno de ellos del podium. Si tengo que apostar (ójala me equivoque), lo haría por ataques de Quintana en el último puerto, buscando la debilidad de Froomie (ya hemos comentado la dificultad de esta estrategia) y por un Valverde tratando de mantener su regularidad y si acaso arrancando en los 500 metros finales en busca de unos segundillos o con suerte el triunfo de etapa.Los bad boys
Dos campeones heridos. Dos orgullos por recuperar. Nibali y Contador. Contador y Nibali. Serán los animadores garantizados de la carrera como así se ha vislumbrado ya en las últimas etapas del segundo bloque. El italiano no tiene absolutamente nada que perder y si bien está a casi 8 minutos de Froome, del podium le separa aproximadamente la mitad de distancia y los rivales para este objetivo no parecen tan sólidos como Chris. Después de como han transcurrido los acontecimientos, a Nibali le sabría a gloria subir al cajón de París, y si se erige en animador de la carrera en los Alpes, seguramente hasta lo merezca. Y sobre Contador la primera incógnita es comprobar si su forma evoluciona favorablemente. A partir de ahí existen dos posibilidades, dos versiones: ver al Contador de 2011, que sin ser el mejor planta guerra hasta el último suspiro en busca de la gesta imposible, o ver al Contador de 2013, que sin ser el mejor, se va diluyendo como un azucarillo en la clasificación general. Quedaría una tercera versión, que es la de la Vuelta de 2012 (Fuente Dé), semejante al Tour de 2011, pero con final feliz. Saldremos pronto de dudas.
Las otras batallas
Al margen de la pelea por el jersey amarillo, otras luchas tienen que resolverse estos días. Los Alpes coronarán al rey de la montaña. De momento Froome manda también en esta clasificación seguido de cerca por Joaquim Rodríguez (Katusha). Ambos corredores tienen posibilidades de alzarse con este título. Hay finales en alto, que a priori beneficiarían a Froome, pero hay muchos e importantes pasos intermedios que podrían venir bien a Joaquim si consigue meterse en las fugas, aunque son tantos los puntos por repartir que cualquier otro corredor en forma que se cuele en un par de escapadas se sumará a la puja por el mallot de topos. El mallot verde parece más consolidado en los hombros de Peter Sagan (Tinkoff), ya que es bastante más capaz de entrar en alguna fuga durante estos días que su gran rival, Andre Greipel (Lotto), quien tan solo dispondrá del sprint de los Campos Elíseos para reducir su distancia con el eslovaco.