Pocas historias ofrecen un final tan feliz como el de la recuperación de Claudio Beauvue. Hace más o menos un año, el delantero llegaba procedente del Olympique de Lyon, equipo por el que pasó sin hacer mucho ruido pese a que la temporada anterior se había convertido en una de las sorpresas de la Ligue 1. Con la vitola de fichaje estrella llegaba a Vigo, una ciudad y una cultura diferentes y se convertía en una de las situaciones en las que la adaptación de un jugador podría ser complicada. Además contaba con una losa encima: ser el fichaje más caro de la era del presidente Carlos Mouriño.
Con todo este pretexto, el bueno de Claudio llegó con ganas de demostrar que había sido aquel delantero que hizo unos números espectaculares en el EA Guimgamp (27 goles en el último año) pese a que en Lyon no terminó de cuajar. Pero, tras unos pocos partidos de adaptación, el guadalupeño se rompió y estuvo parado durante casi un año.
Sin embargo, ayer Balaidos le tenía reservada una noche especial que seguro no olvidará, ni el propio jugador ni sus compañeros.
El “Toto” Berizzo planteaba un partido de puro toque rápido para desmantelar la rocosa defensa rusa. Para ello optaba por Andreu Fontás en la creación de juego desde el centro de la defensa, un jugador clave a la hora de no tener problema para salir con la pelota pegada a los pies. Pese a unos primeros instantes de respeto mútuo y de no contar muchas ocasiones, los planes de los celtiñas empezaron a salir. Primero Cabral al remate de un córner y después Guidetti en dos ocasiones, gozaron de oportunidades claras para poner por delante a los vigueses.
Pione Sisto como alternativa al juego interior
Pero la marca rusa tenía un objetivo claro, ni Marcelo Díaz ni Radoja podían comenzar a crear juego y así se lo hicieron saber. Con marcajes controlados anularon totalmente el juego interior del Celta que tuvo que apostar por un juego abierto en los extremos y los laterales. Precisamente surgió la figura de la primera parte, Pione Sisto. El danés volvió loco al lateral en funciones Aleksandr Martynovich, habitualmente central. Los celestes vieron en esa banda una debilidad del equipo ruso por la mayor velocidad del extremo danés y volcaron gran parte del juego en ese costado.
Las ocasiones del Celta llegaban pero el marcador se mantenía intacto, unas veces por la buena actuación de su portero y otras por la mala definición de los jugadores celestes. Se llegaba así al descanso, con 0-0 y con el Krasnodar anulando el medio campo celtiña gracias al gran trabajo defensivo de Mauricio Pereyra, Ilya Zhigulev y Gazinskyi. Por otro lado, el equipo olívico no tuvo excesivos sustos y Sergio vivió la primera parte con tranquilidad.
Se reanudaba el partido en Balaídos y comenzaba la locura de los goles. El comienzo fue inmejorable y tras un arreón inicial, Daniel Wass ponía el 1-0 en el marcador con un potente disparo de falta lejana que sorprendía a Stanislav Kritsyuk. Un justo resultado que provocó un efecto contradictorio: el Celta marcó y el mismo Celta desapareció durante un tramo importante del encuentro. Diez minutos en los que el Krasnodar encontró su hueco en el partido y afiló su cuchillo.
Unos pocos minutos que casi arruinan la eliminatoria
Un tramo de clara desconexión del Celta provocó el gol de Claesson en el minuto 55: gran jugada personal que finaliza por debajo de las piernas de Sergio, indicando que el físico de los rusos también se mezcla con una gran calidad técnica individual. Un Sergio que evitó, instantes más tarde el 1-2, aguantando muy bien ante la presencia de otro jugador del equipo ruso. El equipo vigués estaba un tanto dormido pero consiguió despertarse. Para ello fueron claves dos cambios, la entrada de Jozabed y la entrada de Claudio Beauvue.
El primero ofreció claridad en el medio del campo, una frescura física y mental que faltaba hasta el momento por el gran trabajo realizado. Y el segundo aportó lo que se le pedía, gol. Ante la falta de acierto de Iago Aspas durante el encuentro, el de Guadalupe le echó ganas y en uno de los pocos balones que tocó, marcó. Y eso es lo que se le pide a los grandes rematadores, una gran efectividad.
Tras un gran centro de un Hugo Mallo incansable y combatiente durante todo el partido, Claudio “Air Beauvue” marcaba los tiempos con un remate precioso ante el que nada pudo hacer el guardameta ruso. Era ya el último minuto del encuentro y con el 2-1, Balaídos y el Celta podían respirar un poco más tranquilos, hay ventaja y este EuroCelta cree que sí se puede.
El partido de vuelta en Krasnodar se afronta con tensión ya que el equipo ruso recuperará casi seguro a su jugador estrella y de más calidad, Smolov, mientras que el Celta se prepara para luchar en un ambiente frío en cuanto a temperatura se refiere, pero con una afición que apretará en favor de su equipo y que no le pondrá las cosas fáciles al equipo de Berizzo.
Puntos positivos:
Hugo Mallo, Pione Sisto y Beauvue. El primero está pasando por uno de sus mejores momentos de forma. Lucha, trabaja, defiende y mejora cada día en tareas ofensivas. Un capitán con verdaderos galones.
Pione Sisto fue uno de los puntos diferenciales durante la primera parte, ofreciéndose como alternativa al escaso juego interior y desbordando constantemente a sus marcas.
Y por último, uno de los grandes protagonistas de la noche. Un jugador que nunca dejó de creer en sí mismo y que ayer lo certificó sobre el césped de Balaídos. Cabezazo imparable, marcando los tiempos a la perfección.
Puntos negativos:
Desconexión parcial, falta de juego interior y una mala noche de Iago Aspas. El genial delantero moañés no tuvo su noche, quizás por la ansiedad de querer seguir haciéndolo tan bien como hasta ahora pero no pudo culminar las ocasiones con las que contó. Aunque seguro que desde la parroquia celtiña se le perdona eso y más puesto que se lo merece.
@sirbeerto
FICHA TÉCNICA
Alineaciones:
R.C Celta de Vigo: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Fontás, Cabral, Jonny; Marcelo Díaz, Radoja, Wass (Jozabed, min.70); Aspas, Guidetti (Beauvue, min.78) y Sisto.
F.C Krasnodar: Kritsyuk; Martynovich, Naldo, Granqvist, Cristian Ramírez; Zhigulev (Torbinski, min.83), Gazinski, Pereyra; Podberezkin (Mamaev, min.75), Wanderson (Laborde, min.78) y Claesson.
Banquillos:
R.C Celta de Vigo: Villar, Pape, Bongonda, Beavue, Jozabed, Roncaglia y Rossi.
F.C Krasnodar: Petrov, Adamov, Joãozinho, Sinitsyn, Laborde, Mamaev, Torbinsky.
Árbitro:
Craig Thomson.
Incidencias:
Partido correspondiente a la ida de octavos de final de la UEFA Europa League, disputado en el Estadio Municipal de Balaídos.