Si a los aficionados del Villarreal que vieron como el equipo ganó 5-0 al Celta el pasado fin de semana les dicen, que van a sufrir contra el Osmanlispor de Turquía, no se lo hubiesen creído. Seguramente, porque no esperaban ver a un equipo tan irreconocible.
Los cambios han tenido mucho que ver: otra vez Escribá apostaba por un once inicial lleno de cambios con respecto al partido anterior, y ya debería haber aprendido la lección de Bucarest. No le salió nada bien al técnico valenciano tanto cambio, ni de jugadores ni de sistema. El partido inició con un 4-2-3-1 con Santos Borré arriba, y así fue como llegaron los dos goles seguidos del equipo turco. El Villarreal se vio sorprendido por una presión muy arriba y una gran intensidad por parte de los turcos, y en ningún momento del partido se les vio siendo superiores. Posiblemente, porque nunca igualaron la presión, intensidad y ganas de los turcos.
Asenjo, Trigueros y Mario se quedaron en Villarreal, no jugó Bakambu ni tampoco Sansone o Víctor Ruiz. Demasiados cambios, con los que el equipo no demostró el nivel esperado. Solo cuando se cambió a un 4-4-2, pareció que se podía conseguir algo. Pato cayó en el área y Bruno falló el penalti, algo que sin duda, le pesaría para el resto del partido. Pero del córner que vino del penalti, llegó el tanto de un N’Diaye que se reivindicó y pasó de villano a héroe. Poco después, Alexandre Pato, que fue el más destacado del partido, echándose el equipo a sus espaldas, anotaba el gol del empate.
Y cuando el equipo mejor estaba y parecía que podía controlar el partido e incluso tener ocasión de anotar algún gol más, Escribá decidió cambiar a N’Diaye por Sansone y pasar al 4-2-4, un sistema que descolocó del todo a sus jugadores, que los últimos diez minutos perdieron muchos balones, permitiendo al Osmanlispor salir a la contra y meterles el miedo en el cuerpo.
A más de algún aficionado le habrá dado hoy un micro infarto, y muchos pensarán que vaya equipo que no es capaz de ganar en Turquía, pero lo cierto es que, pese a todo, el ‘otro’ Villarreal ha conseguido arrancar un punto que le mantiene como líder, y con solo un partido pendiente fuera de casa. No importan las circunstancias, lo cierto es que este Submarino sigue dando la cara y reaccionando para evitar la masacre. Y lo más importante, han descansado jugadores y no se ha lesionado ninguno más. La imagen no ha sido la mejor que puede ofrecer este Villarreal, pero a veces, hay que bajar a pelear al barro y este equipo, ha sabido solventar la situación.