El suizo consigue remontar ante un complicado Juan Martín del Potro
Roger Federer se ha coronado este domingo como campeón por octava vez del ATP 500 de Basilea. Durante toda la semana se ha mostrado muy sólido en su juego, llegando a la final con relativa facilidad ya que tan solo ha cedido un set en todo el camino hacia el partido por el título. Pero una vez en la final el suizo se ha tenido que ver las caras con uno de sus grandes rivales durante esta temportada: Juan Martín del Potro, que siempre asegura una batalla muy dura en pista rápida.
Con todos estos alicientes sobre la mesa, empezaba la gran final de la manera más inesperada: rotura de Federer en el primer juego y contrabreak del argentino en el juego siguiente. Durante el resto de la primera manga, ambos jugadores mantendrían sus saques basándose en un buen servicio. Pero en el noveno juego, el número 2 mundial logró un nuevo break y se ponía a tan solo un juego de llevarse el primer set de la final. En este momento apareció el mejor tenis de Delpo que se mantenía en el set a partir de un valiente juego con su drive al resto.
Llegaríamos al tie-break donde Federer se pondría rápidamente con un marcador de 3-0 pero la Torre de Tandil es experto en manejar momentos adversos como muy pocos en el circuito y así lo ha demostrado hoy consiguiendo un peleadísimo doble break que, sumado a dos buenos saques posteriores, le daban el set inicial. Federer volvía a estar por detrás del jugador que le había vencido en dos finales en su ciudad natal (2012 y 2013) y necesitaba sacar su mejor juego para remontar el encuentro.
Y así lo haría. En el segundo set, Federer supo sufrir en el inicio salvando varias bolas de break en contra y dió el golpe al poderoso saque del argentino en el décimo juego de la manga consiguiendo llevar el partido al definitivo tercer set. Las claves para la reacción del suizo se basan principalmente en que tuvo un juego más estable, cometiendo menos errores no forzados y empezando a llevar el peso del partido con su derecha moviendo a Del Potro, que empezó a quedarse sin físico para aguantar el tenis del tenis local.
Ya en el último set, este partido nos tenía preparada otra sorpresa más. Cuando la afición suiza veía que el ídolo local iba directo a por un nuevo título en casa, Del Potro rompía el saque de Federer en el primer juego del set. Roger se iba al cambio de lado realmente frustrado. El argentino tenía que mantener su saque para ser campeón.
Pero la jerarquía del maestro suizo se impuso. El 19 veces campeón de Grand Slam salió a la pista enrabietado, con ganas de devolver el golpe rápido. Y así lo hizo. Federer rompió el saque del tandilense dos veces para acabar llevándose el definitivo set por 6-3. Se proclamaba campeón por octava vez en Basilea, consiguiendo su séptimo título del año (máximo vencedor del año hasta ahora) y su título 95 como profesional, colocandose como segundo máximo campeón de la historia de la Era Abierta, solo por detrás del casi inalcanzable Jimmy Connors (109).
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Este título mantiene viva la lucha por el número 1 de cara a París-Bercy frente a su némesis Rafael Nadal, que le saca 1460 puntos en la clasificación, con 2500 puntos por jugar todavía en esta temporada. Parece complicado que el español ceda el liderazgo del tenis mundial antes de final de año, pero parece que Federer de momento está acabando 2017 en un nivel superior a sus rivales.