Francia 95-93 Lituania
Boxscore.

Francia fue más que nunca un equipo. Pese al brillo de estrellas como Batum, fue su ingeniería coral lo que les dio el bronce. Collet a los altares de los entrenadores de culto.
Otro partidazo, y ya son dos seguidos, esperemos que el baloncesto nos tenga reservado un tercer capítulo. Esta tarde las selecciones de Francia y de Lituania se enfrentaron en un partido por el bronce muy especial. Y digo muy especial, porque ambas selecciones llegaron a este campeonato pensando que jugar la final era un imposible dado las grandes plantillas que presentaban España y USA. Lejos de la falta de motivación, depresión y tristeza amarga que suele presentar cada equipo en este partido, ambos conjuntos llegaron a tope de moral, concentrados y bien dispuestos.
El partido tiene dos fases diferenciables. La primera comprende la mayor parte del encuentro, y en ella una Lituania concentrada en surtir de balones a Valanciunas y en aprovechar los sobremarcajes que Francia se vería obligada a hacer sobre el poste lituano; mandaba en el marcador, con Francia siempre a remolque.

Valanciunas dominante. Por fin hemos visto al poste rendir como propone su pasado reciente en categorías inferiores.
La segunda parte la compone la sensacional remontada de Francia y las jugadas finales del partido.
De nuevo dos seleccionadores que suman al equipo a través del talento de cada jugador, esto es, el ABC de como organizar una selección. Nada de egos de banquillo, ni filigranas tácticas. Minutos al inspirado, y minutos para todos, porque todos pueden tener su importancia.
El Lituania, un soberbio Valanciunas estaba sobresaliente. 25 puntos en una serie espectacular, 8 de 12 en tiros y 9 de 10 en tiros libres amén de 9 rebotes. Bajo aros le acompañaba cuando era acompañado Paulius Jankunas, el último de los postes lituanos en la rotación y que a punto estuvo de hacerle un roto a Francia con sus tiros abiertos y su acierto a la hora de defender a Diaw. 10 puntos 4 rebotes y 3 asistencias. El rush final de Seibutis y sobre todo de Juskevicius (14 puntos) compensó la eliminación de Pocius (11 y el más inspirado de los exteriores bálticos hasta su 5ª falta) y Maciulis (ampliamente superado por Batum aunque al final pudo aportar 11 puntos 5 rebotes y 2 robos). Un olvido, el de Motiejunas.
En Francia los de siempre. Sensacional Batum, que ha terminado el torneo a nivel de MVP. Sensacional Diaw que se echó el equipo a las espaldas en el último cuarto. Muy bien Diot y Heurtel, el segundo protagonista con sus tiros libres al final. Y gran encuentro de Lauvergne aunque sufrió de lo lindo para tratar de frenar a Valanciunas.
Cuando parecía que a Francia ya no le quedaban fuerzas, aparece el trabajo incansable de Diaw (¿de verdad es tan gordo, o es una ilusión óptica?) y Pietrus, los detalles de Gobert en defensa, los puntos esporádicos de Heurtel y Diot, ayudando al partidazo de Batum.
El final fue una carrera de Lituania por recuperar el mando y de Francia por mantenerlo. Tiros libres que mandaban una y otra vez a Heurtel o Diaw por Francia, a Juskevicius o Seibutis por Lituania a jugarse todo el torneo en la línea de personal. En ese cara o cruz, nada se movió, todos acertaron, y Francia se llevó el gato al agua.
Pero antes hay que reconocerle el mérito a ambos conjuntos, como en la semifinal Serbia-Francia. Enorme encuentro, lleno de honestidad, una propuesta seria, y espectacular. El marcador parcial de la segunda parte lo dice todo. 51 a 52 para Francia. La sucesión de canastas de gran clase a cargo de Diaw, la potencia bajo aros de Valanciunas, la habilidad felina de Batum….en fin, segundo día consecutivo de baloncesto poético. Un placer visual.
El dato: Francia rentabilizó sus tiros de 2. 25 de 37 para un 67,6% excepcional. Diaw, Batum y Lauvergne se combinaron para 17 de 21 en tiros.
MVP. Nicolas Batum. 6 de 7 en tiros de 2. 2 de 5 en triples. 9 de 11 en tiros libres. 27 puntos, segundo partido a nivel de superestrella y medalla de plata para un fijo en la selección pese a sus largas temporadas en la NBA jugando muchísimos minutos. Uno de los mejores aleros del mundo ha dejado un final de campeonato brutal.