El Barcelona golea (4-1) a un Valladolid incapaz de rentabilizar el gol inicial de Javi Guerra y desbordado por el talento del brasileño y del chileno
Alejandro Rozada (@alexrozada)
Son las dos caras de la misma moneda. A la espera de que Messi se recupere, ellos son dos valores en alza para el Fútbol Club Barcelona. Uno seduce y el otro tira del carro. El brasileño maravilla y el chileno empieza a explotar. Son Neymar y Alexis, los protagonistas de la goleada del Barça al Valladolid. Dos rentables inversiones de una importancia capital para Martino, que se ha encontrado con dos seguros de vida con los que obtener réditos positivos a la espera de que vuelva el emperador argentino. El caso es que ‘Tata’ dispone de dos divisas de un incalculable valor para asegurarse una próspera estancia en la Ciudad Condal.
Ya van ocho victorias consecutivas y Martino no es que se frote las manos, es que frota la lámpara mágica del inmenso talento que tiene a su disposición para seguir rompiendo todos los registros habidos y por haber. De momento, el argentino ya es el primer entrenador que gana sus ocho primeros partidos en la Liga española después de vencer por primera vez en su carrera ocho encuentros consecutivos. Sonríen las estadísticas a un ´Tata´ que, después de anunciar que no quería que ningún jugador se disfrazara del ausente Messi, puede presumir de que el equipo en bloque respondió perfectamente a sus expectativas. Cierto es que al míster aún le queda mucho trabajo para defender correctamente las jugadas a balón parado, véase el gol de Javi Guerra, pero el balance muestra más claros que oscuros en líneas generales.
Para el Barcelona fue un partido con truco, a pesar de la facilidad que se le suponía a priori. En principio había que ganar para mantener su inmaculada trayectoria antes del segundo parón de la temporada por los compromisos FIFA. También era obligatorio vencer para demostrar que sin Messi también hay vida y que los cantos del cisne sobre la supuesta decadencia del juego blaugrana, no dejan de ser palabras gratuitas de los agoreros. Lo cierto es que al partido hubo que hincarle el diente desde los primeros minutos. El Barça tuvo que remontar porque el Valladolid se puso por delante gracias a un formidable cabezazo de Javi Guerra, un delantero de auténtico lujo. Lejos de enredarle, el gol desató al Barcelona, que se puso el encuentro por montera a partir de aquí. Y lo refleja el resultado final, otra goleada para demostrar que este Barça mantiene intacto su tradicional apetito goleador. Ya lleva 28 en ocho jornadas.
La variante Song
Las novedades llamaban la atención. Sorprendió Martino al apostar por Álex Song en la posición de Busquets, desplazado al banquillo por aquello de las rotaciones, aunque el camerunés se incrustó con frecuencia entre Piqué y Bartra para ejercer de líbero mejorando la circulación del balón desde posiciones defensivas. También llamó la atención la presencia de Cesc Fábregas en la posición de Andrés Iniesta, que también fue sustituido. Y volvió a estar Bartra, la sorpresa más agradable de lo que llevamos de temporada, acompañando a Piqué en el eje de la zaga porque el lesionado Mascherano tuvo que ver el encuentro desde la grada (curiosamente en compañía de Jordi Alba, también en el dique seco). A pesar de las ausencias, el Barcelona parecía contar con argumentos suficientes para mantener la mala racha del Valladolid en el Camp Nou, donde no gana desde la temporada 1997-98. Pero el tempranero gol de Guerra demostró que los pucelanos no estaban por la labor de regalar el partido.
La novedosa presencia de Álex Song contribuyó a mejorar la salida de balón desde atrás a costa de perder un faro en la medular. Huelga decir que el camerunés está a años luz de Busquets a la hora de desempeñar la función de eje del centro del campo blaugrana, aún así los datos le sonríen: jugó los 90 minutos y firmó un pleno en cuanto a pases acertados (102 de 102). No está el juego del Barcelona para permitirse florituras pero el camerunés completó una actuación notable. Entre Song; Xavi, otra vez omnipresente en la circulación; y las apariciones de Fábregas, los de Martino manejaron bien los tiempos del encuentro hasta que empezaron a llegar los goles.
Tremendamente espectacular fue el primer gol blaugrana. Un misil por toda la escuadra de Alexis Sánchez que, tal y como avisó en la previa de este partido, está a punto para explotar. El detonante pudo haber sido el Real Valladolid, que fue avasallado por el Barça a partir del empate de Alexis. En su detonación tuvo mucho que ver el show de Neymar, mágico y decisivo como en sus mejores días en el Santos. El brasileño está aprovechando la ausencia de Messi para consolidarse como la estrella emergente del Barcelona. Ante el Valladolid encandiló. Sirvió en bandeja de plata a Tello la asistencia del segundo gol, marcado por Xavi; le regaló el doblete a Alexis en la jugada del tercer gol y, finalmente, marcó el último de la noche para no desaprovechar la cortesía del chileno. Intercambios de regalos de los jugones, que también son educados cuando toca. Y así, el brasileño más codiciado de los últimos años completó su primer recital defendiendo la camiseta del Fútbol Club Barcelona. El barcelonismo tiene un nuevo ídolo al que rendir pleitesía.