A pesar de la derrota ante el serbio en la final de un ATP 500 esta semana, a partir de mañana el mallorquín volverá a ser número uno mundial en el octavo Masters 1.000 del año en la capital financiera del gigante asiático
Por Carlos Oleagoitia (@oleagoicarlos)
La novela más de moda de la literatura actual, esa que lleva ideando década y media George R.R. Martin, que responde a la saga ‘Canción de hielo y fuego’ pero que todo el mundo conoce como ‘Juego de Tronos’ por la primera de las cinco entregas (la sexta está por salir y parece que puede haber un séptimo capítulo), debe su épica fantasía a una historia donde todos los personajes, desde los malvados hasta los supuestos buenos, luchan por conquistar un trono que les permita reinar al resto de los mortales y esa misma simbología se puede trasladar al tenis mundial masculino actual, porque una vez finiquitado los tiempos del reinado del gran Federer (7º), los últimos tiempos venían peleando por el cetro de la ATP dos muchachos que se han enfrentado tantas veces en infinidad de finales y mostrando una alternancia tiránica. Por ejemplo, que alguien como el escocés Murray (3º) no haya podido ser número uno mundial es significativo pero la regularidad es lo que prima en este deporte. Tras medio 2012 lejos de la pista lesionado o lastimado en sus rodillas, Nadal (2º) está completando un magnífico 2013, pero el buen nivel de Djokovic (1º) le hizo que le costase alzarse con el número uno hasta el final de temporada. No es justo decir que el serbio se alzó al liderato por la ausencia del mallorquín, pero tampoco es menos cierto que Rafa lleva un caminar excelso desde su vuelta a las pistas.
El sistema de puntuaje que rige el circuito masculino tiene talas cosas curiosas como que por ejemplo perdiendo una final contra el rival que te precede en la clasificación seas capaz de adelantarlo. ¿Incongruente? A simple vista sí, pero la necesidad de defender los puntos sumados la temporada anterior puede hacer que no se sume aún ganando el torneo, mientras que si no se defiende punto alguno, el salto puede ser espectacular. Ya le pasó a Nadal (2º) en el US Open hace poco menos de un mes, que a pesar de batir a Djokovic (1º) en la final, éste conservó el cetro mundial pero en la capital administrativa china esta semana fue justo al revés: el serbio llegaba en lo más alto aún pero con solo ver al mallorquín en la final ya se sabía superado, pero deportivamente el balcánico se merendó al balear en hora y media en dos rápidos sets aprovechando dos breaks iniciales en cada set y acabando a lo campeón, con un saque directo. No suelen ser los torneos indoor, que se juegan bajo techo sin influencia alguna de la climatología y donde el tenis de los sacadores fluye natural, el escenario ideal para Rafa, quien en cuartos ante Fognini (17º) ya se quejó de la frustración que le producen sus rodillas pero el marketing también es una parte importante de todo el entramado del campeón español, que teniendo en Kia a uno de sus máximos sponsors, prácticamente se ve obligado a tener que disputar la gira asiática en detrimento de dar descanso a sus maltrechas rodillas.
Esta semana toca el octavo y penúltimo Masters 1.000 de la temporada, el de la ciudad más occidental de China, una Shanghai que presume de ser capital económica del gigante asiático y que arrancará con varias ausencias destacadas: por un lado, el escocés Murray (3º) optó por parar y operarse de la espalda que le harán perderse la parte final del año, con lo que puede descender varias posiciones en el ranking, mientras que esta semana también fue noticia la retirada del circuito del argentino Nalbandian (231º) tras trece temporadas como profesional (por decir algo, porque su golfería echó a perder toda su clase porque buenamente pudo haber sido un top mundial con una pizca más de dedicación). Por contra, regresan a las canchas el francés Tsonga (10º), tras unos meses en el dique seco, y el suizo Federer (7º), que no se ha rodado en los torneos previos asiáticos pero que siempre tuvo este torneo entre sus estimados. Los tenistas más en racha, por lo acontecido en Tailandia, Malasia o Tokyo, pueden ser los finalistas esta mañana del torneo japonés, el canadiense Raonic (11º) que viene de ganar y perder una final las dos semanas previas, y el argentino Del Potro (5º), que cuando enchufa su temida derecha es prácticamente inabordable. A la espera de que el alicantino Ferrrer (4º) recupere su solidez de antaño, lo más destacado puede ser ver si el checo Berdych (6º) se recupera de sus dolencias que le hicieron abandonar en semifinales de Pekín o el posible cruce de cuartos entre Djokovic (2º) y Federer (7º), mientras que entre los partidos más destacables de primera ronda sobresalen los Montanés (58º) – Robredo (19º), Gasquet (8º) – Pospisil (43º), Hewitt (53º) – Seppi (22º), Nishikori (18º) – Dimitrov (27º), Querrey (31º) – Haas (12º), Chardy (38º) – Tomic (51º) o el Feliciano López (30º) – Nieminen (40º). Siendo 8 horas más en Shanghai, los partidos arrancará sobre las 8 horas de la mañana en Europa, por lo que toca jornada matutina con emisión por Teledeporte, esperemos que con Tomás Carbonell dando la visión del especialista, aunque Vivi Ruano también sería una acertada comentarista, porque con la imparcialidad de los periodistas-narradores poco se puede hacer ya, son un caso perdido.
Al amparo del ‘All the things that i´ve done’ (2004) de The Killers.