El Sevilla ha conseguido frenar al Atlético de Madrid en el Sánchez-Pizjuan tras la victoria por 1-0, que lo sitúa momentáneamente como líder de la liga.

N’Zonzi preparando su disparo en el gol. (Foto: ED)
Frenazo en seco y probablemente muy inesperado el que ha sufrido hoy el Atlético en Sevilla. Cierto es que se enfrentaban el primero y el tercero de la liga en un campo complicadísimo, pero a día de hoy parecía el Atlético un equipo totalmente intratable, superior a cualquiera que se le ponga por delante. Venía además de endosarle siete goles al Granada en el Calderón, y de trabajar mucho la victoria en Rostov. También venían los de Sampaoli de cosechar idéntico resultado en el Maksimir de Zagreb, en cualquier caso, dos viajes incómodos antes del duelo del fin de semana. Aún así, los protagonistas no distaron mucho de lo visto en Liga de Campeones. De hecho Sampaoli repitió once, con tres centrales, N’Zonzi como pivote, dos carrileros casi extremos, tres interiores y el punta. Simeone en cambio optó por cuatro atacantes teóricos con Gameiro, Griezmann, Correa y Carrasco, Koke y Gabi en el medio, y la defensa de cuatro habitual. Las lluvias torrenciales que llevan días azotando Sevilla, hicieron acto de presencia pero en ningún momento han afectado al césped, que ha aguantado como un espectador más sin querer perderse el partidazo. En un principio pareció que el Atlético querría disputarle al Sevilla la posesión, pero pronto se vio que o renunció sobre la marcha, o la idea fue otra totalmente opuesta.
Como ya es habitual fueron los sevillistas los dueños de la posesión, y los de Simeone de inicio fueron a buscar la salida de balón del rival. Gameiro y Griezmann muy adelantados, y Correa y Carrasco muy abiertos. Tratando de tapar las bandas, Nasri se descolgaba e inició su habitual romería por posiciones muy bajas para ayudar en la salida. En ese momento, la presión del Atlético estaba partida. Cuatro hombres muy arriba, el desierto en medio, y luego los dos pivotes. En ese contexto, la poca efectividad en la tarea de presión ayudó que el Sevilla la desmontase con facilidad y empezó a plantarse en el área rival. Solo hubo un pero para los de Sampaoli, el cual ya es habitual. El peligro que consiguió crear el Atlético fue por las propias pérdidas en la salida de los locales, ya fuesen de Sergio Rico que erró demasiado en la entrega, o de hombres como Ramí que regalaron alguna que otra oportunidad clara al Atleti. De hecho, en uno de los errores, Gameiro pilló por sorpresa a la zaga y el central francés tuvo que derribarlo cuando iba a entrar en el área recibiendo tarjeta en el minuto siete. Fue el primer susto, pero un buen resumen de la primera mitad, donde el Atlético buscó con insistencia las contras tras pérdida del rival, pero no consiguió hacer efectivo el último pase. Se ahogó demasiado en la frontal con el rápido repliegue del Sevilla, y no encontró la fórmula por si mismo. Amén de esto, en el minuto diez, los dos puntas ya habían desistido en la presión, y los madrileños esperaban a los hispalenses en campo propio. A partir de ahí vimos el partido esperado desde el inicio, el Sevilla protagonista, y los hombres del Cholo esperando para matar al contragolpe, y así fue. Se sucedieron las ocasiones, primero con un cabezazo de N’Zonzi, dos minutos después un mano a mano de Gameiro que saca con el pie Sergio Rico, y de nuevo N’Zonzi, que con un disparo desde la frontal volvió a meter el miedo en el cuerpo a los atléticos. Entre una y otra, el gigante francés del Sevilla se estaba comiendo solo a Gabi y Koke, Simeone no había acertado en su propuesta inicial. Se veía claramente a un Atlético fuera de sitio, superado y sin demasiadas opciones de dar un vuelco a la situación con esos once protagonistas sobre el verde, y aún así, Correa iba a tener la más clara en un mano que envió fuera en un pésimo golpeo con el exterior.
Tras el descanso y con una grada encendida por lo que entendía era un arbitraje a favor del rival, el Sevilla salió aún con más mordiente arriba. Samir Nasri, que no apareció en los primeros 45 minutos, se hizo amo y señor del partido. Es evidente que juega a otra cosa, y que todo debe pasar por él. Cuando tiene la pelota, algo va a pasar, y sorprende la evolución partido a partido individual y colectivamente con el grupo. El Sevilla empieza a jugar de memoria, y eso hoy con un Atlético perdido, ha sido sacar petróleo. Gaitán sustituyó a Correa al descanso, pero el cambio que torció un poco más el partido fue el de Tiago por Carrasco. Dotó de equilibrio a un equipo que se veía superado en tres cuartos de campo por Nasri, Vitolo, Vietto y el Mudo Vázquez, y frenó al conjunto de Sampaoli durante algunos instantes. Tuvo algo más la pelota el Atlético en estos minutos pero es sorprendente la poca llegada y lo fuera de sí que estaba hoy el equipo. De hecho, el cambio viene propiciado por un disparo al palo de Nasri y un paradón de Oblak en apenas dos minutos. En el 68, el Atlético había agotado los cambios, y en cambio Sampaoli no hizo ninguno hasta el descuento. Fue en ese momento cuando una pared de N’Zonzi con Vietto, dejó al francés con cuarenta metros de campo por delante, se plantó solo ante Oblak, y definió recordando al mejor Frederic Kanouté, por físico y por calidad. Se adelantaba el nuevo líder, y para mas inri, cuatro minutos después llegó la expulsión por segunda amarilla de Koke. El partido se rompió, el Atlético trató de irse arriba como último recurso, dejando a sus espaldas todos los espacios que aprovechó el Sevilla para al menos, dejar que pasase el tiempo con la posesión. Ahí murió el partido, que nunca dio la sensación de poder caer del lado madrileño.
Simeone podrá sacar muchas conclusiones de su primera derrota de la temporada, que si es cierto que ha llegado en un campo muy complicado, no ha sido un buen partido de sus pupilos. A falta de que juegue el Real Madrid, en el Pizjuán se ha decidido el nuevo líder, y no es otro que el Sevilla, que de momento presenta candidatura para pelear y ser un rival incómodo. Parece que la liga crece y con ello sus alternativas, veremos hasta que jornada.