Fin de la temporada regular más apasionante de los últimos tiempos.
Nivel altísimo en la Conferencia Oeste, más alto de lo que ya suele acostumbrar, con máxima igualdad hasta la última jornada, con dos equipos empatados por la última plaza, con 4 equipos en apenas 1 victoria de margen…
Sorpresa en la cabeza de la liga, con Golden State Warriors ganando a base de juego ofensivo (y una consistencia defensiva que les hacen candidatos a todo), y alcanzando un récord que tiene más mérito si tenemos en cuenta el nivel global de la liga (aunque ciertamente polarizado). Y con los sorprendentes Atlanta Hawks ganando sin oposición la conferencia Este; recogiendo el guante que San Antonio le tiró a la liga con su manera de ver el basket en las últimas temporadas.
En el Este, aparte del dominio de los corales Hawks, temporada de menos a más de los Cavs, que han pasado de sonar a proyecto frágil a ser candidatos al anillo. Los Bulls de Pau (no de Rose) han estado irregulares, pero han terminado terceros ante el hundimiento paulatino de Raptors (en menor medida), y de unos Wizards ciertamente decepcionantes; las lesiones de sus dos escoltas titulares (DeRozan y Beal) ya no valen como escusa. Otros que han ido a menos han sido los Bucks, que han cambiado la estructura del equipo a media campaña con el traspaso de Knight por Carter-Williams. La pelea por las últimas plazas de play-off dejó en las últimas semanas la mediocridad de lado. Primero Hornets y luego Heat se fueron viniendo abajo mientras los Nets de López (desatado en el sprint final) y los Celtics (más verdes y menos orgullosos que nunca, pero de nuevo competitivos en recorridos cortos) entraron en racha. A un partido se quedaron los Pacers que en la jornada final vieron como George volvía a caer a la vez que sus opciones de play-off. Los Pistons coquetearon con la post temporada, pero acabaron siendo ese equipo suflé que te deja con hambre. Los Magic se han quedado en tierra de nadie, a caballo entre la sosez de los Pistons y los Hornets, y el tanking abochornante de los Knicks o los 76ers. Mención especial a los dos clásicos que han acompañado a Lakers en su vía crucis particular, camino de Okafor (¿o Towns?).
El Oeste ha sido un infierno para los equipos y un vergel para los aficionados. Los Warriors han estado un punto por encima que cualquier equipo este año, pero por detrás la batalla ha sido brutal. Houston comenzó la temporada como la ha terminado, segundo y a gran nivel, por el camino Harden ha ido desbocado hacia el MVP pese a la baja de Howard. A un suspiro se quedaron los Clippers, que han alcanzado su mejor juego también con la baja de Griffin. Otros que se quedaron a las puertas fueron los Spurs, que en la última jornada perdieron el partido clave ante los Pelicans. Memphis, que ha sufrido un bajón alarmante al final de campaña, cae hasta el 5º puesto, pero tendrá la ventaja de campo sobre los Blazers, más profundos que en mucho tiempo. Dallas se resignó pronto a ser el 7º, lejos de soñar con un puesto superior (aunque a un partido de los Blazers) pero sin pasar apuros. Los Pelicans se llevaron el gato al agua con una victoria enorme ante los Spurs en la última jornada, los Thunder, mutilados por las lesiones de Durant e Ibaka, se han reescrito bajo el mando de Westbrook hasta quedarse a un mísero tiro (¡ay aquel triple de Anthony Davis en el último segundo!). Un peldaño por debajo unos Suns que se resignaron pronto y finalmente se dejaron caer por debajo del 50% de victorias, a un partido se quedó Utah, con una buena dinámica final y encontrando oro en Gobert. Los Nuggets han pasado sin pena ni gloria por la liga, y los Kings al menos tuvieron un mes y pico de esperanza hasta que la realidad les puso en su sitio. Los Lakers se ahorraron el sonrojo de ser los peores gracias a la bisoñez y las lesiones de los Wolves en lo que se está convirtiendo en un trágico epílogo a la carrera de Kobe Bryant.
No hay un sólo favorito claro a ganar nada. Ni el anillo, ni las conferencias, ni el MVP…parece que este año todo se resuelve en el último suspiro. A modo de aperitivo dejaremos nuestros premios particulares.
Jugador más valioso (MVP)
Stephen Curry. (23,8 puntos 4,3 rebotes 7,7 asistencias 2,0 robos en 32,7 minutos) Ha liderado al mejor equipo de largo esta temporada, ha integrado su juego en un equipo completo y sigue ofreciendo una progresión constante; hablaremos más de él cuando se oficialice lo que empieza a ser un secreto a voces, su elección oficial como MVP. Miren sus porcentajes de tiro: 48,7% en tiros de campo, 44,3% en triples con récord de triples convertidos incluido y 91,4% en tiros libres. Además ha sido 4º en robos de balón.
Mejor defensor. (DPOY)
Draymond Green. (8,2 rebotes 1,6 robos 1,3 tapones en 31,5 minutos). Sabemos que este premio suele ir para un pívot, y el favorito es DeAndre Jordan, los Clippers han sido posiblemente el segundo mejor equipo defensivo del campeonato; sin embargo, el mejor equipo ha sido Golden State. Descartado Anthony Davis, pese a sus brillantes números en rebotes, robos y tapones; por el impacto en el equipo. Green es capaz de defender a aleros y ala-pívots con solvencia, es un reboteador muy sólido, un gran ladrón de balones y un taponador sorprendente. Un arma fundamental. 22º en rebotes 20º en robos y 25º en tapones. (Entre los aleros es 1º, 6º y 2º respectivamente). Mención especial a DeMarre Carroll, otro alero con un trabajo defensivo brutal; Bogut, el otro puntal defensivo de los Warriors; Kawhi Leonard, futuro ganador de este premio; o nuestro Marc Gasol.
Novato del año. (ROY)
Andrew Wiggins. (16,9 puntos 4,6 rebotes 2,1 asistencias en 36,2 minutos). Vamos a olvidar el esperpento de algunos periódicos nacionales con Mirotic, ha habido un único candidato al ROY este año, y lo ha sido con toda justicia. El final de campaña al alza de Mirotic, Clarkson, LaVine… no vale anda ante los aplastantes números del que será una estrella más pronto que tarde.
Mejor sexto hombre.
Marrese Speights. (10,4 puntos y 4,3 rebotes en 15,9 minutos). Una opinión muy personal, pero perfectamente argumentable. Primero un repaso a los candidatos a las puertas: Jamal Crawford se cae por sus malos % de tiro; Isiah Thomas por el récord de su equipo; Louis Williams por una mezcla de los anteriores, aunque ni tan bajos % ni tan mal récord, cuestión más de sensaciones. Speights ha crecido esta temporada, destapándose como un anotador de élite, que produce en poco tiempo. Si multiplicamos sus minutos por 2 y hacemos lo mismo con sus números, tenemos un All-Star que no abusa de tiempo en cancha. Muy difícil aportar tanto con tan poca continuidad en cancha.
Mejor entrenador.

Popovich en dos momentos con Kerr y Budenholzer. O lo que es lo mismo, el mejor entrenador de los últimos tiempos cuando fue maestro de los mejores entrenadores de esta temporada.
Este título es cosa de dos. Kerr en los Warriors y Budenholzer en los Hawks. El primero ha hecho crecer a un equipo que parecía cerca de su límite, consiguiendo no sólo que los Splash Brothers continuasen sus progresión sin entorpecerse mutuamente, sino acoplando piezas nuevas como Green o Speights y encumbrándoles; han pasado de ser un equipo brillante en ataque y decente en defensa a tener una de las mejores defensas de la liga. El anillo podría convertir a Kerr en leyenda. Las rachas de los Hawks (16-0 un mes, 19 victorias seguidas, 33-2 ampliando el parcial), el hecho de que su quinteto al completo fuese elegido jugador del mes, o los 4 jugadores en el All-Star son argumentos más que suficientes para darle el título al pupilo aventajado de Popovich.
Equipos (quintetos) ideales de la temporada.
Líderes de la Regular Season en las principales Estadísticas (Fuente ESPN).
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