Real Madrid y Barcelona se vuelven a encontrar en las semifinales del torneo del KO
El equipo azulgrana sufre para superar a un combativo Málaga en La Rosaleda
Los goles de Joaquín y Santa Cruz no bastan ante los tantos de Pedro, Piqué, Iniesta y Messi
Por Alejandro Rozada (@alexrozada)
Lejos de resultar un mazazo para sus aspiraciones, el Málaga aceptó el reto y se fue a por el Barça. El resultado es que se abrieron de par en par las puertas de la clasificación. No habían pasado ni tres minutos del polémico gol de Pedro, cuando empató el equipo de Pellegrini gracias a un ajustado remate raso de Joaquín que aprovechó a sangre fría una medida asistencia de Duda, aunque la jugada nació con una mano de Iturra. El del Puerto de Santa María, que no marcaba en la Copa desde 2009, volvía a meter en las semifinales al equipo malacitano. La buena y rápida respuesta del Málaga no paró aquí. Poco después reclamaron una mano de Piqué, aunque no fue tal porque el balón golpeó en la espalda del defensa azulgrana y no en su brazo. Pero por protestar que no quede.
Como buena creación del ingeniero chileno, este Málaga es un equipo con puño de hierro en guante de seda. Sabe acariciar y golpear al mismo tiempo. Y tiene la capacidad de resistencia perfectamente calculada para resistir los embistes de la manada culé. Messi se topó con Kameni, antes de que Santa Cruz parase la respiración del barcelonismo, aunque su lanzamiento se perdió entre la maleza. La réplica llegó con un misil enviado por Iniesta. Se estrelló en el larguero. No se sabe si lo mandó hasta allí la ley de la gravedad, el viento o la fuerza centrífuga ejercida por los resoplidos de La Rosaleda. Y hasta aquí llegó el primer tiempo de la saga definitiva de esta aventura. Lo mejor estaba por llegar.
Nada más levantarse el telón del segundo acto, golpeó el Barcelona. Para estrenar su reciente paternidad, un actor llamado a ser secundario quiso ir de protagonista y culminó un papel estelar en La Rosaleda. Piqué recogió un gran pase de Iniesta, controló, se acomodó el balón y fusiló a Kameni. No marcaba desde hace dos años en la Copa del Rey y no encontró una fecha mejor para reestrenarse que la misma semana en la que nació su hijo. Ya se sabe que ahora los niños vienen con una Copa debajo del brazo y bailan el Waka Waka en la intimidad. La aparición estelar de Piqué senior parecía el preludio de una avalancha de juego azulgrana. Y así lo hizo indicar el cabezazo de Messi a las manos de Kameni y la galopada de Jordi Alba por la izquierda, que salvó in extremis Welligton cuando aparecía el argentino insaciable para dictar sentencia.
Pero el Málaga no bajó los brazos. Sabían que un gol llevaba a la prórroga y devolvía la eliminatoria a su terreno. Así que no se anduvieron con rodeos y trenzaron una contra que culminó el paraguayo Roque Santa Cruz. Jugada polémica porque Cesc Fábregas estaba tendido en el área malacitana tras un pisotón de Welligton. El equipo de Pellegrini no se anda con concesiones y va a por todas. Pero toda la voracidad y la garra son pocas para combatir a este colosal Barcelona. Los futbolistas, hoy a las ordenes de Jordi Roura, no se conformaron con el empate y abrieron el tarro de sus mágicos trucos para desnivelar la balanza. Y la magia volvió a surtir efecto. Una extraordinaria combinación entre Iniesta y Fábregas derivó en un remate del mago de Fuentealbilla ante la impotente presencia de Kameni. El manchego ni pestañeó para definir con total tranquilidad y encarrilar la eliminatoria. Después sentenció Messi con un cabezazo a bocajarro. Medio gol le corresponde a Alves por servirle al argentino una asistencia técnicamente perfecta. Con este gol, este argentino incontenible e incalificable ya es el primer jugador en la historia de nuestro fútbol que marca más de 40 goles en partidos oficiales en 4 temporadas consecutivas.
Después de unos cuartos de final de Champions, entre el Málaga y el Barça, llega la semifinal de todos los siglos. O lo que es lo mismo, el clásico de toda la vida. A esta Copa invitan el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona. Casi nada. Prepárense a disfrutar de una nueva saga de este enfrentamiento estelar.
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