No se dio la remontada del Manchester City frente al Liverpool que ni siquiera pudo ganar en su estadio en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Histórico triunfo del Liverpool por 1-2 que fue de menos a más para clasificarse para su primera semifinal diez años después ante un City al que la falta de acierto, el nerviosismo, pero sobre todo unos reds que tenían muy claro cuál era su labor durante el total de la eliminatoria.
Fulgurante inicio de partido por parte de los citizens que se empezaron adelantando al minuto y medio de partido por medio de una recuperación en la divisoria de los dos campos que coge al Liverpool descolocado, Sterling habilita a Gabriel Jesús dentro del área que con un disparo certero al palo más cercano logra batir a Karius haciendo creer a su afición en una posible remontada. Tras el gol, la posesión fue de los locales pero la salida de balón fue tremendamente incomodada por un Liverpool que tenía claro que sus opciones pasaban por robar en campo rival, para evitar un juego fluido de los de Guardiola. De Bruyne y Silva llegaban a situarse entre los centrales para facilitar la salida de balón local. Al cuarto de hora de juego Mané realizó una entrada a Otamendi. Ederson enloquecido, entró en un forcejeo con el senegalés y Mateu Lahoz amonestó a ambos jugadores, el partido se estaba calentando y el colegiado valenciano no tenía miedo de enseñar tarjetas.
Pese al abrumador dominio local, la defensa red se mostró muy sólida blocando disparos y despejando centros, una y otra vez. El City tuvo dos ocasiones para el segundo gol muy claras, la primera, un disparo cruzado que se estrelló en la madera, y la segunda un balón muerto que quedó en el área chica, error de Karius en la salida y remate en boca de gol de Sané que fue anulado por Mateu de forma errónea pues no existía fuera de juego. Chamberlain respondió sobre el 45 con un disparo alto tras marcharse de Ederson pero quedando muy escorado. Con el primer tiempo ya finalizado, las vehementes protestas de Guardiola reclamando el gol no concedido a Sané, terminaron con el técnico español expulsado, viendo la segunda parte en la grada.
Inicio sin cambios de la segunda mitad en la que se echaba en falta la mordiente y convicción que tuvo el Manchester City en los primeros minutos del encuentro, demasiadas imprecisiones de las que el Liverpool se podía aprovechar. En una de esas robo del cuadro de Klopp, internada de Mané en el área, se trata de zafar de dos defensores, dispara desequilibrado, falla Ederson que no logra quedarse con el balón y el más listo de la clase, el egipcio, Salah, remataba a placer para establecer el empate en el marcador y ponerle la eliminatoria más cuesta arriba aún al Manchester City. Salah se confirma como uno de los mejores jugadores y goleadores de la temporada sumando 39 goles.
Los citizens no mejoraron tras el gol, la reacción fue inexistente, dispusieron de una posesión superflua, carente de peligro. La salida de Agüero por Silva, pese a intentarlo el argentino no significó un gran cambio en el transcurso del partido como tampoco lo fue la entrada de Gündogan. Los sky-blues se encontraron con un Liverpool muy seguro, sólido, que no le importaba ser dominado y aprovecho los errores de su rival para crear oportunidades de gol y destruir sus opciones. Firmino en el minuto 77 aprovechó un error defensivo para entrar por banda izquierda, encarar a Ederson y batirlo con un disparo raso dirigido al palo largo que no fue capaz de taponar el meta brasileño, sentenciando así la eliminatoria. Klopp llegó a permitirse en los minutos finales el lujo de retirar del campo a Firmino o Salah ante los festejos de la afición red desplazada a Manchester.
De esta forma, demostrando que a veces, la historia y la actitud, hacen más que un puñado de millones, el Liverpool estará el próximo viernes en el bombo de semifinales, donde le acompañará la Roma que ha eliminado al Barcelona. Durante la noche del miércoles se conocerá si Real Madrid y Bayern hacen buena su ventaja de la ida, o si por el contrario, Juventus y Sevilla consiguen darle la vuelta.